Texto en español Los médicos de Leganés

Ahora que parece que se llega al final de la historia, he decidido hacer una reflexión serena sobre el caso de las supuestas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa. Y con "serena" quiero decir lo siguiente:


  • No presuponer en ningún momento ningún motivo para las actuaciones de los políticos implicados.

  • Dejar a un lado mis ideas respecto a la eutanasia.

  • Dejar a un lado la profunda antipatía que siento por algunos de los políticos implicados (antipatía que de todas formas no obedece más que a sus actos en otros asuntos, que quede claro).

Así que asépticamente he evaluado lo que he podido. Lamentablemente, no he encontrado ni la sentencia, ni el escrito que al parecer presentó la fiscalía el 18 de octubre de 2007... Pero sí he encontrado el auto por el que el juez Rafael Rosel archivaba la causa en junio de 2007. Y también la querella que al parecer interpone el doctor Montes contra diversos medios, aunque esto es menos relevante para lo que me ocupa aquí (aún no la he leído cuando lo escribo). O quizá no.

Lo que ha pasado, muy resumido, es que una denuncia anónima venía a decir que los médicos del Severo Ochoa habían matado a 400 personas. El Consejero de Sanidad de la Comunidad, Lamela, dio crédito a esta denuncia, e inició una inspección (al parecer había habido dos inspecciones previas sin detectar irregularidad alguna). Nombró un comité que afirmó encontrar irregularidades en 73 casos. El juez redujo los casos posibles, y en el auto en el que se archiva la causa se habla de manera concreta de 4 y vaga de otros 30. El juez pidió un peritaje judicial, y afirmó que los peritos encontraron indicios de mala praxis médica en la sedación, aunque en ningún caso se puede decir que fuera causa de la muerte, aunque tampoco que no lo fuera, ni que sí ni que no, sino todo lo contrario. Total, que consideró indubitado que hubo mala praxis, aunque no indicios suficientes para considerar la posible existencia de responsabilidades penales. También citó a los médicos para que se defendieran, y no hubo más; declaró que no tenía sentido que la instrucción continuase.

Tras leer el auto del juez, y lo que buenamente he podido, llego a algunas ideas.

Primera, que a nadie parece importarle. ¿De dónde coño sale una denuncia anónima que se basa en los historiales clínicos, datos de carácter personal que se consideran de nivel alto de protección, de nada menos que 400 pacientes? ¿No se ha investigado esto?

Segunda: Al parecer nunca ha habido ningún tipo de denuncia ni queja de los pacientes o de sus familiares. ¿400 asesinatos y nadie rechista? ¿O son 400 familias asesinas esperando una herencia de moribundos ricos? ¿Y estos van a un hospital público, precisamente?

Otra cuestión: la acusación de mala praxis médica, que el juez Rafael Rosel considera demostrada, se basa exclusivamente en un peritaje judicial. Siendo -como es, sin duda- algo a tener en cuenta, resulta que no ha habido ningún peritaje posterior, de parte, para poder cotejarlos. Las defensas de los médicos sólo las conozco extractadas a través del auto del juez (que por cierto, destila muy poca ecuanimidad, en mi opinión).

Así las cosas, sobre temas médicos de bastante enjundia sólo tenemos una opinión, la de los peritos, que de hecho no estuvieron de acuerdo en todos los casos ni en todos los aspectos. Dudo que existan verdades absolutas en todas las áreas de la práctica médica o el diagnóstico...Hasta el punto de que el informe de los "expertos" nombrados por la Comunidad dice literalmente, si hemos de creer las comillas de ABC, que "existe una relación causa / efecto entre tales irregularidades y el fallecimiento de los pacientes", mientras que el informe de los peritos, y el auto del juez, dicen hasta la aburrición que no cabe establecer tal relación causa / efecto. Así que la cosa, obvia, lo que se dice obvia, no es.

Si hemos de seguir creyendo a ABC y a otros medios, sería cierto que Lamela dijo, con la boca pequeñita, que el problema no era del hospital, ni de la sanidad, sino de un puñado de médicos. Pero lo cierto es que desde 2005 hasta 2008 ha estado ahí la sombra de la posibilidad de que en un hospital se asesinara a la gente. Según la cita, dijo Lamela el 27-5-2005 que las dosis administradas eran "notoriamente excesivas, no para evitar el dolor, sino para acortar la vida" (más claro, agua) y esta circunstancia "no está contemplada en la legislación española". Los hechos, dijo, son "tozudos" y quedan "probados".

Resulta que después de eso, incluso un juez con tantas ganas de perseguir como parece ser (por la redacción, digo) Rafael Rosel da por terminada la instrucción porque ni merece la pena seguir investigando. ¿Hechos probados? Not quite, my friend.

Me parece que afirmaciones como las de arriba, sumadas a la decisión de plantear una denuncia, hacen a Lamela responsable de algo muy, muy, muy serio.

No olvidemos, además, que los médicos ni siquiera aceptaron el auto del juez Rosel, porque aunque los exculpaba penalmente, daba por sentada la mala praxis. Recurrieron, y ganaron con toda claridad. Toda referencia a la mala praxis debe ser eliminada. La gente que no tiene la conciencia tranquila no me parece que actúe así. Con escapar de la cárcel les valdría.

En conclusión, tenemos una denuncia anónima sobre 400 supuestos asesinatos (cuyos datos ignoro cómo se pueden conseguir, siendo datos de alto nivel de protección). Lamela inicia una investigación (la tercera, parece ser) y un comité dicta que ha habido sedación irregular en menos del 25% de los casos denunciados. El juez instructor, después de dejarlos en la mitad, y de que sus peritos digan una serie de vaguedades, se refiere concretamente a... 4 (una centésima parte de los denunciados inicialmente). Estoy convencido de que en algo tan complejo como la medicina, si tomamos 400 expedientes y sacamos la lupa seremos capaces de encontrar tratamientos o prescripciones en las que algún médico no esté de acuerdo. Seguro. Sea de lo que sea.

En un auto redactado con una preocupante gana de marear la perdiz, y con la evidente intención de dejar traslucir una presunción de culpabilidad que me parece indigna de quien juzga hechos tan graves que la mera acusación ya ha llevado al descrédito profesional a unos médicos que en ese momento son totalmente inocentes, el juez dice que no hay nada que investigar.

Y todos se quedan tan anchos.

Todos excepto los acusados, que niegan incluso la menor: no aceptan que en una instrucción, inconclusa y rematada con un auto de redacción muy discutible, se establezca su mala práctica profesional. Y la justicia les da la razón.

Y (ya, por segunda vez) todos se quedan tan anchos.

Al buscar información sobre este juez, no he encontrado gran cosa; sólo un artículo que tampoco lo deja en muy buen lugar. Ya, el argumento es ad hominem. Descártese si procede. Pero para alguien que juzga, y que luego redacta su auto en estos términos, su trayectoria y maneras me parecen relevantes.

Pero bueno, que cada cual saque sus conclusiones. En principio, respetando las directrices que yo mismo me marqué arriba, no hablaré más de Lamela, y nada de Esperanza Aguirre.

Testu n"asturiano El Batman de Frank Miller

Yo nun bebo café. Na pausa del café faigo otres coses; pasear, o escribir daqué, o dir a la biblioteca a buscar llibros o devolvelos.

Güey foi a echar un güeyu, y atopé un llibru que tenía ganes de lleer: Batman, el regreso del señor de la noche, de Frank Miller. Además yera un llibru nuevín, mui guapu, azul, de esos que presta lleer enantes de que dalgún osu con zarpes de dinosauriu lu saque y lu devuelva tóu esfarrapláu. Garrélu ensin abrilu siquiera, "pal sacu", pensé, y seguí buscando otres coses.

Mentantu buscaba, entamó a llegame un golor a tabacu que daba ascu. Tabacu rancio, asqueroso... Un golor fuertísimu. Hai xente que güele asina (la ropa, el pelu), anque ellos nun lo saben, porque fumen (y lluéu gasten perres en colonia... ja). Yo miraba alredor, y nun veía naide averáu a mí como pa que me llegara el golor (salvo que fora dalguno que apestara a kilómetros). Hasta que me di cuenta de que lo que golía yera'l llibru que tenía na mano.

Dalgún simpáticu llector tuvo lleéndolu y dándose gustirrinín (con dos docenes de paquetes de tabacu, supongo), y dexónos a los demás el recuerdu.

Yo nun soi demasiáo repunante pa los golores, y nun me importa un ren que un llibru tenga güelgues del que lu lleó enantes que yo. Pero el golor yera tan fuerte y daba tanta revoltura que en cuantu me di cuenta azotélu pa la estantería inmediatamente. Si cerráu ya golía así, qué sedría cuandu me pusiera a lleélu en mi casa y pasara les fueyes una por una...

Y esa ye la hestoria de por qué nun lleí'l Batman de Frank Miller.

Testu n"asturiano Los llibros de 2007

Pues pa que nun se me escaeza, esto ye lo que lleí'n 2007, más o menos. En buxu los cómics. Prestaríame abondo falar de toos ellos, pero... el tiempu ye lo que tien...

Emigrantes/Shaun Tan.
El sueño de México/Ramón de España,Bartolomé Seguí

Sumô - La lucha de los dioses/Eduardo de Paz
Historia de aquí - La guerra incivil (desde el desastre del 98 y la II República)/Forges
Lupus (Volumen 1)/Frederik Peeters

Episodios mineros/Albino Suárez
Nuestra guerra civil/Antonio Martín,F.H.Cava,Laura,José V.Galadí,Emilio Benedicto Gimeno,Pepe Gálvez,José María Beroy,Ángel del Río,Fritz,Paco Ignacio Taiboo II,Jorge García,Ángel de la Calle,Fernando López Mora,David Rubín
Cages/Dave Mckean
Limbo sin fin/Santiago Valenzuela

Las cartas de Groucho/Groucho Marx
El hombre demolido/Alfred Bester.
Solaris/Stanislaw Lem.
2001, l'oddyssée de l'espace/Arthur Clarke.
Rapsodia húngara/Las aventuras de Max Friedman, Vittorio Giardino.
Piranesi. El planeta prisión/Milo Manara.
El profesor/Frank McCourt.
Las reglas del juego/Will Eisner.
Hom/Carlos Giménez, basado en "En el lento morir de la tierra" (Brian W. Aldiss)
Pánico entre chuchos/Jean-Christophe Pol.
Sherlock Time/Héctor Germán Oesterheld, Alberto Breccia.

Filetes de lenguado/Gerald Durrell.
Una noche de perros/Hugh Laurie
Alex Clément ha muerto/Lepage - Rieu
Ronin/Frank Miller; color de Lynn Varley
Fagin el judío/Will Eisner
Sombras/El Cubri: guión Felipe Hernández Cava, dibujos Pedro Arjona.
Fábula en Venecia/Hugo Pratt
Extramuros/Santiago Valenzuela
Laura/Guillem March
Roco Vargas/Daniel Torres
La Conspiración - La historia secreta de los Protocolos de los Sabios de Sión/Will Eisner
Érase una vez en el futuro/Carlos Giménez
300/Frank Miller (color: Lynn Varley)

La farsa neoliberal - refutación de los liberales que se creen libertarios/Juan Francisco Martín Seco

Testu n"asturiano Shaun Tan, arrasando'n Angulema

L'otru día, gracies a César y otra xente, lleí Emigrantes, de Shaun Tan. Ya dixe lo que me paecía, pero agora, nel famosu festival d'Angulema (al que teníemos que tar faciendo casu envede esa fiestuca de los oscars) tan acabantes de dá-y un premiu. Nun m'estraña nada.

Texto en español La bolsa y la vida

Como en este blog acostumbro a escribir las tonterías que se me pasan por la cabeza, y a quedar en evidencia, una vez más no importa. Voy a hablar de la bolsa.

Ante las recientes noticias de caídas (parece que si no se las llama desplomes eres un ignorante, y como soy exactamente eso, pues no las voy a llamar desplomes) del IBEX 35 y otros índices bursátiles, me surgen las siguientes reflexiones, que probablemente manifiestan que no entiendo casi nada. Quien quiera aclarármelo será bienvenido.

Primera: no simpatizo en absoluto con el mero hecho de ganar dinero. No lo considero índice de casi nada, excepto de la habilidad para ganar dinero. Y esa habilidad por sí misma no está relacionada en absoluto con otras cualidades que admiro: la bondad, la compasión, la simpatía, la colaboración. Si acaso, se relacionan más bien en sentido inverso. Siendo bueno se puede ganar dinero, pero difícilmente hacer una fortuna.

Segunda: pasando de las personas a las entidades, la cosa es aún peor. No valoro en absoluto las entidades que sólo generan dinero. No tienen mi admiración, ni mi respeto, ni me despiertan la inspiración o el deseo de iniciar un proyecto parecido. Alguien que produce algo valioso para la sociedad, y como resultado de ello gana dinero, está participando de un hecho más o menos justo. Alguien que no produce nada más que el dinero que gana, no. Por eso desprecio totalmente la economía especulativa, por mucho que los indicadores económicos asociados a ella puedan parecer positivos. A mi modo de ver, miden mal.

Tercera: tengo la idea, quizás errónea, de que la gente que invierte mucho en la bolsa es gente que tiene un dinero que le sobra y no tiene nada mejor que hacer con él, o bien gente que está dedicada exclusivamente a ganar dinero, no a trabajar (y para mí la noción de trabajo va siempre asociada a beneficiar en algo a los demás). No me preocupa en lo más mínimo que gente así se arruine. Casi lo deseo.

Hay otro tipo de personas que meten dinero en la bolsa. Hay muchos pequeños inversores, gente que efectivamente tiene un poco de dinero que le sobra, y quiere ganar lo más posible con él. En parte por una lógica y -hasta cierto punto- legítima optimización de sus recursos, y en parte arrastrados por esa idea de que el dinero es la medida de todas las cosas. Pero una vez más: creo que la gente que apenas llega a fin de mes, la gente cuya situación realmente me preocupa, no invierte en la bolsa. No tiene con qué.

Quien invierte en la bolsa asume riesgos. No me quita ni medio segundo de sueño que esos riesgos se materialicen, porque los perjudicados lo son en un patrimonio que al parecer no necesitaban imperiosamente. A mí, personalmente, me importa un bledo lo que pasa en la bolsa. Y a la mayoría de la gente de este país nuestro también.

Y me pone enfermo que intenten convencernos de que tenemos que apretarnos el cinturón, o sentirnos culpables o preocupados de cualquier otra manera, cuando se produce una crisis bursátil.

Es como si bajo a llamar a la puerta del vecino para implicarlo en lo que acaba de ocurrir en mi partida de Monopoly.

Sólo en 2006 hubo en España muchos más muertos en accidente laboral que todos los asesinados por ETA en toda su historia. Pero nuestros telediarios llevan una semana dando vueltas a lo que pasa con los ahorros de los especuladores y estudiando su psicología.

Francamente, no es asunto mío. Si lo es, algo está mal organizado aquí.

Texto en español Más citas de Jeremy Bentham

Ya estoy terminando Tácticas parlamentarias, de Jeremy Bentham, y aunque no es que sea el colmo de la amenidad, se puede leer bastante bien, y resulta interesante ver cómo teoriza (no muy lejos de la práctica) uno de los pensadores que prácticamente vieron nacer la democracia moderna (uno de los maestros de John Stuart Mill, sin ir más lejos). A pesar del título, no es un libro de argucias, sino un libro sobre cómo cree Bentham que debería funcionar un parlamento. Es más un "manual de organización" que un "libro de recetas para hacer trampa en los debates".

Así que apunto algunas citas más. Una curiosa, cuando habla de la necesidad de dividir los textos normativos en proposiciones muy cortas y numeradas; parece obvio, pero sus palabras nos hacen pensar que no lo es, o que no siempre ha sido tan obvio.

Las primeras actas del parlamento son de un tiempo en que no se usaba todavía la puntuacion, ni eran conocidos los números árabes.


También se retratan, quizás de soslayo, algunos puntos de vista no tan modernos. Por ejemplo, hablando sobre la necesidad de que las proposiciones no contengan nada prescindible:

Supongamos la siguiente proposición:
"En atención á que no hay Dios, quedan derogadas todas las leyes penales relativas á la Divinidad."
Aun cuando todos los miembros de la asamblea estuvieran unánimes para la derogación de estas leyes penales, no se hallaría quizá ni siquiera uno solo á quien esta declaracion de ateismo no indignase [...]


O hablando de otra cosa:

Se tomará más gustosamente por modelo al opulento propietario, á quien la inversion de sus caudales presenta públicamente á las miradas del vulgo, que á un sujeto reducido á la pobreza. Esta preponderancia de la aristocracia es tan natural como justa y necesaria.


Está claro que incluso entre los teóricos del liberalismo siempre ha habido clases y clases.

Otra cosa realmente curiosa, de visionario. Se adelantó a los paneles LCD en muchas décadas :-) Establece la necesidad de que los diputados vean el texto que están debatiendo ; otra cosa que parece obvia, pero que no lo era tanto en un tiempo sin fotocopias ni ordenadores. Y propone este artilugio, que no sé si se llegó a usar alguna vez:

Figurémonos por encima del asiento del presidente una galería que presente de cara dos marcos de un angeo [lienzo basto] con fondo negro movibles al modo de una puerta ded dos hojas que tengan nueve pies de altura con seis de ancho; este angeo regularmente agujereado está destinado á recibir letras de un carácter suficientemente crecido para poder leerse en toda la estensión de la sala. Se aseguran estas letras por medio de una abrazadera, de manera que no puedan descomponerse.


Y otra cosa que no creo que se observe hoy en día, pero yo aplaudo (y sobre todo cuando veo un "debate sobre el estado de la nación"):
Capítulo 19: Esclusion de los discursos escritos

La regla de escluir los discursos escritos se observa rigorosamente en el parlamento británico, y debe observarse en todas las asambleas deliberantes.


Sobre este asunto, citando a B. Constant:

Cuando los oradores se limitan a leer lo que han escrito en el secreto de sus gabinetes, no discuten, sino amplifican: no escuchan, porque lo que oirian no debe cambiar en nada lo que piensan decir; esperan á que concluya el que está hablando; no examinan la opinion que el otro defiende, cuentan el tiempo que emplea y les parece una dilacion. Entonces ya no hay discusion; cada cual reproduce objeciones ya refutadas, y prescinde de todo lo que no ha previsto y de lo que pueda trastornar su defensa, ya de antemano terminada.


Otra regla (de las "relativas al debate", que llama) de la que también me he acordado muchas veces:

3.º No suponer malos motivos jamás. También esta es una regla absoluta del debate británico. Puede uno con toda libertad reconvenir al preopinante por su ignorancia, equivocaciones y pormenores falsos de un hecho; pero no le diga una palabra que inculpe sus motivos; insista sobre todas las consecuencias perjudiciales de su opinión ó de la providencia que sostiene; muestre que ellas son funestas, y que se dirijen a establecer la tirania ó la anarquia: pero no suponga jamás que el preopinante haya previsto y querido semejantes consecuencias.


Bueno, pararé aquí. Si algún lector ha llegado hasta aquí, tiene mérito, porque leer el estilo de Bentham (y de esa época en general) requiere cierta paciencia. (Y no digamos ya leer el mío...)

Texto en español ¿Arreglando un cortacésped?

Un fin de semana cultivando otra de mis pasiones: la chapistería. ¿Chapero? No. En realidad, chapista tampoco.

Resulta que la segadora de un amigo tiene un grave problema. Aparte de una autoestima baja (que no sé cómo solucionar), tiene el chasis tan carcomido que los tornillos que sujetan el motor al chasis bailan libremente, demasiado libremente, y con las vibraciones la chapa se va estropeando todavía más, con lo que el motor le iba a salir volando cualquier día.

Por menos que eso se tira hoy en día una segadora (y un matrimonio también) pero, inasequibles al desaliento, decidimos que el motor estaba bien, y que no se puede andar derrochando dinero y materiales valiosos hoy en día. Un chasis nuevo, al parecer, tiene un precio comparable al de un cortacésped nuevo, y a eso habría que sumar lo que cueste trasladar todas las piezas de un chasis a otro (en la tienda contestaban a nuestras preguntas como si a nadie jamás se le hubiera pasado por la cabeza intentar reemplazar un chasis).

Después de múltiples intentos de trampear la cosa, que aguantaban un tiempo pero acababan cayéndose, decidimos intentar el arreglo definitivo: todo o nada. Así fue como quitamos el motor de su sitio. Véase la situación. Esos cuatro boquetes señalados en la foto deberían ser agujeritos para que pasara el tornillo. Sólo uno de ellos tiene una forma remotamente aceptable. (Pínchese en la imagen para verla más grande).



Como ese chasis no hay quien lo arregle, y no parece que vaya a soportar soldarle nada (aparte de que no tenemos ni zorra idea de hacerlo), el plan era preparar dos placas metálicas, para hacer un "bocadillo" contra el chasis (por encima y por debajo de las zonas estropeadas). A esas dos placas atornillaremos el motor.

Así que lo primero fue comprar una chapa en el chatarrero. Si me hubieran jurado que iba a ser cliente de una chatarrería, no me lo habría creído. Una hermosa chapa verde (creo que de un ascensor Otis) por 1,30 €. Lo segundo, unas hojas decentes para la sierra de calar (hojas de cortar metales). ¿Podrá realmente una sierra de 9 € cortar metal? Pues sí, sí que puede.

Pues nada, se sacan plantillas de cartón, se dibujan en la chapa, se van cortando con más pena que gloria... Por supuesto, es imprescindible llevar gafas de protección y guantes (el que bromee con las limaduras metálicas probablemente lo pagará). Aquí, una fase intermedia: el primer corte de la chapa de arriba.



Evidentemente, tendremos que hacer un boquete en el medio, para que pase el eje del motor. Por cierto, en cada pieza que cortamos limamos un poco los bordes. Aquí aparece la pieza y las herramientas utilizadas.



La pieza de abajo es más complicada, porque el chasis tiene una especie de reborde saliente, y queríamos que se ajustara a él lo mejor posible, así que hay que afinar más con la forma:



Aunque no sabemos si servirá para algo o no, acolchamos un poco la unión de las piezas al chasis con cámaras de bicicleta viejas, para que haya mayor superficie de contacto y además se amortigüen un poco las vibraciones. Aquí se ve ese relleno, y también la pieza de abajo en la que ya hemos hecho los agujeros de los tornillos. La cámara la pegamos en algunos puntos con SuperGlue, porque no se estaba quieta y era imposible montar todo el tinglado sin que se descolocara:



Pues nada, se hacen los agujeros en la chapa de arriba, y se monta todo el pincho moruno: la chapa de abajo, el chasis, la goma, la chapa de arriba y el motor. Este es el resultado, ya terminado y probado.



Algunas consideraciones:

- Cuando se quita el motor y se deja en el suelo, hay que tener cuidado. O se deja derecho, o se tumba por el lado adecuado; los motores de cuatro tiempos, al parecer, no se pueden tumbar de cualquier manera. En este caso, si se tumba por el lado erróneo, enseguida se nota... porque empieza a chorrear la gasolina por el suelo.

- Los agujeros en la chapa se hacen, lógicamente, con broca para metales. Además, es conveniente que la broca gire lo más despacio posible (sí, es así). Si no, se estropea y además no acabarás el agujero ni en una hora.

- ¿He dicho ya lo de las gafas y los guantes? Las virutas de metal cortan bastante... y saltan con bastante fuerza.

- Lo más difícil casi es hacer que todos los agujeros coincidan bien; hay que ser muy, muy preciso, y además conviene que los agujeros no sean más anchos que el grueso del tornillo, porque si no, bailará y estaremos como antes. Lo segundo más difícil es colocar todo para atornillarlo, porque al menos en este modelo de segadora, los tornillos no están nada accesibles y es incómodo de narices.

- Para evitar que una segadora acabe así, estoy convencido de que hay que limpiarla después de cada uso para despegar toda la hierba. Supongo que se puede usar un chorro de agua a presión y luego hacerla funcionar un poco para que la propia hélice lo seque... No sé, pero aunque mi amigo procura limpiarla, ya la heredó así de oxidada. Además, la chapa de esta en particular es malísima, malísima, malísima.

Después de hacer la chapuza, mi amigo probó el cortacésped y funcionó, aunque... parecía tener bastante poca potencia (y eso que en el motor no hemos intervenido). Veremos si es cosa de que tenía poca gasolina, o de que no estaba asentado todo donde debía después de estar desplazado unas horas... o si nos hemos cargado la segadora.

El caso es que no sabemos cuánto durará el apaño, ni nada, así que no sabemos si lo hemos arreglado o nos lo hemos cargado. Ya veremos.

Texto en español Si yo fuera madrileño

Si yo fuera madrileño, pensaría que a mi alcalde le importa un bledo su cargo, y que está ahí como trampolín para otras cosas, o porque no puede estar más... ¿arriba?

Si yo fuera madrileño, pensaría que a la presidenta de mi comunidad le importa un bledo su cargo, y que está ahí como trampolín para otras cosas, o porque no puede estar más... ¿arriba?

En el caso de la presidenta, además, tendría que recordar que llegó a ese cargo mediante un fraude electoral. Una vez el pueblo expresó su voluntad mediante las urnas, se aupó en la miseria de dos personas concretas para que se repitiese la votación. (Si yo fuera madrileño me preguntaría por qué la segunda vez ganó, pero de eso ya tendría que pedir cuentas al resto de los madrileños.)

El acalde aún podría contarme la trola de que Madrid es tremendamente importante para él, pero le llama un deber más alto. Sin embargo, la presidenta no ha planteado "quiero ir ahí", sino "si va él, voy yo". Esa actitud no tiene absolutamente ninguna explicación o justificación posible que no sea su conveniencia estrictamente personal. Está evidentemente dispuesta a echar a la mierda los votos que ha recibido, con tal de competir en su particular carrera política. En su día ya hablé sobre la responsabilidad del candidato, para candidatos que consideraban haber perdido. No se me ocurren adjetivos para quien hace lo mismo incluso habiendo sido elegido y habiendo tomado posesión de su cargo.

Si yo fuera madrileño, todo esto ya lo pensaría de antemano; no he visto nada nuevo, sólo dos plantas trepadoras, cuya especie ya conocía, enredándose. Pero si yo fuera madrileño, la diferencia es que ahora no podría quedarme ninguna duda al respecto.

Y no podría alegar desconocimiento.

Texto en español La elocuencia de la seducción

Estoy intentando leer Tácticas parlamentarias, de Jeremy Bentham. No dejan de ser reflexiones interesantes, contadas de un modo un poco anticuado, pero interesantes. Es que aquello de razonar y argumentar, para hablar de política, está anticuado, no lo podemos negar...

Aquí apunto alguna cita. Bentham, hablando de la publicidad de la actividad parlamentaria (es decir, que el contenido de los debates y resoluciones sea accesible al público, medida que no todos los parlamentos han adoptado en el pasado) expone argumentos a favor y en contra (para concluír que él está a favor). Como argumento en contra de esa publicidad expone la objeción que algunos plantean de que el deseo de popularidad puede mover a los elecctos a derivar hacia la "elocuencia de seducción" en vez de a la "elocuencia de razón". Y Bentham refuta el argumento nada menos que así:

Este peligro es poco temible en un estado representativo, en que no es llamado el pueblo á votar sobre las resoluciones políticas. Los discorsos de los oradores que no le son conocidos mas que por los diarios, no tienen el influjo de las apasionadas arengas de un demagogo sedicioso; ni llegan á él más que pasando por un intermedio que los enfria: fuera de que van acompañados de argumentos contradictorios, que en el supuesto caso tienen toda la superioridad de lo verdadero sobre lo falso.

La publicidad de los debates ha arruinado mas que formado á los demagogos. Un hombre que se ha ganado toda el aura popular, no tiene mas que entrar en el parlamento para dejar de ser formidable. Colocado en medio de los iguales ó superiores suyos, no sienta cosa ninguna que no se impugne; se reducen sus ponderaciones á la justa medida de lo verdadero; queda humillada su presuncion; el deseo de una momentánea popularidad no produce mas que la ridiculez, y el adulador del pueblo acaba llenando de fastidio al pueblo mismo.


Está claro que en algo se equivocó Bentham. Quizás se deba a que por una parte hoy en día los representantes políticos tienen acceso directo e instantáneo a las más bajas pasiones de la ciudadanía; un debate sobre el estado de la nación es, ni más ni menos, un espectáculo televisivo. Y en el parlamento no queda humillado el presuntuoso ni el mentiroso. Y por otra parte, aunque no hubiera canales tan directos como la televisión o internet, el papel que desempeña hoy nuestra prensa está muy lejos de ese papel analítico y casi arbitral que plantea Bentham. Muy al contrario.

Así que la elocuencia de la razón, hoy en día, está casi totalmente abandonada. Ha habido algún otro ejemplo de elocuencia de la seducción, en la que el político ejercía de encantador de serpientes y nos convencía de lo que hiciera falta. Pero en los tiempos que corren, la única elocuencia que moviliza no es ni la de la razón ni la de la seducción, sino la del encabronamiento.

Testu n"asturiano Milenta cómics: Maus, de Art Spiegelman

Toi acabante de terminar Maus, de Art Spiegelman. Y ye impresionante. En varies acepciones de la pallabra. Impresiona. Dexa güelga.


Maus cuenta la vida de los pás de Art, xudíos polacos, na Segunda Guerra Mundial. Los pás de Art son supervivientes de Auschwitz. En Maus, Art cuenta cómo faló col pá sobre la so vida, y la de los sos familiares y collacios, cuando entamó la guerra, y cómo los xudíos foron poco a poco sufriendo la degradación y la muerte: la guerra, les humillaciones, les detenciones, el guetu, los campos de trabayu , los campos de concentración, el viaxe en tren pa mudase de campu, y el final de la guerra.

Ún de los ingredientes señeros de Maus ye que nun se cuenta namás lo que pasó nos años 1940. Cuéntense tamién delles coses personales de Art, y cómo trabayó en Maus durante años, y les entrevistes col pá y la so rellación. La rellación con un home difícil, un superviviente de los campos pero que agora nun ye un paisano llibre y tranquilu; ye un paisano difícil, obsesivu, avarientu. Ye la hestoria, tamién la hestoria de cómo el pá cuenta la hestoria, y la hestoria de cómo el fíu sufre la rellación col pá y trabaya pa parir Maus.

La parte de la hestoria que fala del nazismu ye mui dura. Nun ye que nun lo haigamos visto delles veces; ye que ye igual cuántes veces lo veamos. Art nun dibuxa presones reales; tolos personaxes humanos tienen cabeza d'animal. Los xudíos son ratones, los alemanes (cómo non) gatos, los polacos son gochos, los franceses ranes... Dalguna vegada, Art (cuando fala d'él mesmu y de cómo dibuxa lo que tas lleendo) sal como un paisanu de verdá pero con careta ratón, y tamién se ve que, cuando los xudíos viaxen disimulando pa pasar por non xudíos, son ratones pero lleven caretes de gochu. Estos planos y tiempos que se mezclen, esi falar del cuentu dientro'l cuentu, cuandu se usen bien, faen d'un cuentu daqué grande (como'n Rayuela, como na segunda parte del Quixote) y Maus ye grande.

El dibuxu ye en blanco y prieto, y cásique nunca nun se dibuxa'l sangre. Pero nun fai falta. Sí, los personaxes siempre paecen d´una fábula. Esos gatos nazis nun tienen muncho de terrible; cualquier simple portada de discu de Derek Riggs ye visualmente muncho más espantible que la peor viñeta de Maus, porque a esos oficiales de les SS apetez echá-yos un ovillu lana. Pero el horror ta ehí. Los dibuxos non, pero el horror que cuenten ye mui, mui real, y tócate'l coral.


Naquellos campos hebo un sortéu horrendu. Les hestories son llargues, y paez increíble cuánto pue pasar una persona. Cuandu ya paez que les coses nun pueden ser más terribles, vien otra peor. Y nesi xuegu, dalgunos viven y otros (la mayoría) muerren. Hai tantes oportunidáes pa morrer, que tá claro: ye como una rifa na que a nueve de cada diez dícen-yos "no", y a ún dícen-y "sí". Namás. Sí, la seleición natural ye sabia, y los que viven son fuertes y listos, pero la seleición natural tamién ye ciega. Una vida nun-y importa un ren. Lo que-y pasa a una presona nun quier decir nada. Ye suerte.

Por embargu, ni los que viven queden sanos. Siéntense culpables de vivir, y entrúguense por qué ellos sí, y alcuérdense de tolos que quedaron nel camín. Sufren enantes y sufren después. Tienen remordimientos por coses que tuvieron que facer pa salir p'alantre. La má de Art matóse munchos años después de salir de Auschwitz, ya a salvu, ya en Estaos Xuníos, ya con Art criáu. Art (que nació dempués de too aquello, nun vivió nada) tamién ta bien tocáu y va a terapia. Paez que toa esta xente sigue pagando nun se sabe qué. Y toes estes hestories pequeñes, estes discusiones de familia, esta tristeza, son tan interesantes como'l Holocaustu. Por eso Maus ye, de xuru, una obra d'arte.

Tol mundu tenía que lleer Paracuellos, tol mundu tenía que lleer 1984, tol mundu tenía que lleer Archipiélago gulag. Y tol mundu tenía que lleer Maus.

Anque seya duro. Que lo ye.

Testu n"asturiano Baxar l'IRPF pa les muyeres

Paez que Rajoy dixo'l otru día que si gana les eleiciones el so gobiernu diba rebaxar l'IRPF pa les muyeres trabayaores. La idega nun me gusta, y voi dicir por qué.

Pa entamar, miro con rocea toles medides de discriminación positiva. Entiendo por qué se fai esa discriminación positiva, y nun digo que nun dea dalgún beneficiu, nin que nun seya lo meyor en dalgunos casos. Pero bueno, discriminación y positiva son dos pallabres que nun teníen que dir xuntes, y si hai que facelo, tien que ser cuandu nun haiga otru remediu. Vamos poner que fai falta nesti casu, y seguimos p'alantre.

Nun quiero gobiernos que baxen los impuestos. Quiero gobiernos que baxen los impuestos a dalgunos ciudadanos, y-yos los suban a otros. Rajoy diz que va baxar los impuestos a delles muyeres, pero nun diz a quién va subí-yoslos. Colo que paez que va baxalos por un llau ensin subilos por otru. Colo que'l estáu va dexar de ingresar millones d'euros. Y falten munches, munches coses por facer na política social como pa que'l estáu dexe d'ingresar perres. El día que les pensiones de viudedá non contributives permitan vivir a una presona, y la sanidá pública nun tenga llistes d'espera, podemos falar de quitar impuestos.

Por otru lláu, esa medida ye lo mesmo que dar por fecho que les muyeres cobren menos y que ye normal, y nun val pa que eso dexe de ser asina. Lo inxusto ye que cobren menos de sueldu, non que tengan menos perres (que tamién, pero como resultáu de lo otro). Hebía que buscar medides contra esa inxusticia, non remendala con otres inxusticies. ¿Una llei sobre salarios (cualquiera se atreve)? ¿Munchos más inspeutores de trabayu? Nun sé. Pero yo nun soi candidatu a les elleiciones.

Tengo tamién delles duldes de que esa rebaxa'l IRPF fora ayudar a les muyeres. ¿Nun pue ser que los empresarios, sabiendo que a les muyeres agora yos cunden más les perres, entamen a paga-yos menos tovía? Con vendete la moto'l salariu netu, ensin facer nada ye como si subieren la so oferta salarial en 1000 € al añu.

Paezme bien lluchar contra les desigualdáes, en xeneral, y nel casu de les muyeres, si ye verdá que cobren menos que los homes pol mesmu trabayu (al mi alrodiu nun lo veo, pero si tol mundu lo diz, será verdá). Pero esta medida nun me paez que fora ser buena.

Testu n"asturiano Inmigrantes y países y consensos

L'otru día un conocíu míu enteróse de que nun tenía seguru médicu dalu. Taba col pá nuna mutua, entamó a trabayar (colo que dióse de alta na Seguridá Social), y lluéu dexó de trabayar otra vegada (colo que se dio de baxa). Ún piensa que con eso vuelve a tar como enantes, pero no; polo visto hay que pedilo.

A lo que diba: falando de esi casu durante el papeléu que tuvo que facer, y tando yo con elli, hebo dos vegáes (dos) nes que dos presones diferentes dixeron daqué semeyo a "va haber que facese inmigrante pa que atiendan a ún, que llega cualquier inmigrante equí y tien seguridá social y de too, y ún que ye de equí non". Les presones que lo dixeron nun son neonazis, ni males; tolo contrario. Son xente que yo (ensin conocelos muncho, hai que decilo tamién) tengo por buena, o polo menos civilizá.

El otru día tuve nel médicu. Yera un día difícil, con unes coles de caer p'atrás (yo esperé más d'una hora). Hebía una muyer con pinta marroquí y ropa de esi estilu, que taba como impaciente. Paecióme que ella ficiera daqué mal, que nun vino a la hora que-y dixeron y vino a otra; bueno, ye igual, porque culpa d'ella o no, el casu ye que diben atendela sero (como a los demás). Pero debió de comentá-y daqué al chaval (¿trenta años?) que taba sentáu onde ella, un chavalón grande. A mí nun me fai gracia que la xente me diga la priesa que tien (tenémosla toos), y fáigome el sordu o dóy-yos la razón como a los borrachos. Pero esti home dixo a grandes voces que atenderíenla cuando-y tocara, como a los demás, y otres coses semeyes. Nun digo que la muyer tuviera razón, pero entrúgome hasta qué puntu esti home taba desfogándose con ella porque yera foriata (y de pasu muyer, tamién). Paecíalo. Nun sé si a mí diba reprendeme de esa manera a voces pa que tol mundu viera que mandaba él na so casa.

Güey, nel blog del mi amigu Labra, tuve una parpayuela con un alumnu chilenu d'él. Esti alumnu, falando del sentimientu anti-yanqui, nomó tamién un sentimientu anti-español que hai nos círculos d'él, polo de la conquista y tal. Y diz que güey tenémoslos agarráos col agua, la corriente (que son de capital español) y la economía, pero que ye lo mesmo, que los españoles vivimos pa les perres, y ellos (los latinos, diz; a los españoles nun los mete ehí, y supongo que a los italianos del Latium tampoco) viven pa vivir. Yo (ensin querer discutir) fice por faceme entender: que ni los españoles de güey conquistaron a naide (ni tolos de enantes), que el capital sácanos les perres si pué ensin miranos el pasaporte... Pero bueno, quedóme claro (y fízome pensar) que lo que piensa esti rapaz piénsenlo munchos como él, y que de toes maneres él nun va cambiar de opinión.

Toi fartu de programas de eliminatories (eso que polo visto tenemos que llamar castings). Hailos de cantantes, baillarines, modelos, de tóo y en toles cadenes. Pero ayeri vi ún que me prestó. El programa en sí mesmu non (cantaben, la mayoría, permal, y nun creo que lu vea más); ye que yera un programa de esos de talentos pero paecía fechu pa inmigrantes. Los concursantes yeren ecuatorianos, cubanos, rumanos, polacos... Nel xuráu ta Alejo Stivel y otra xente. Dempués de tantu programa de discusiones y de insultos y de faltosos veíes al xuráu tratar a la xente con respetu. Hebo una moza polaca que nun dio ni una sola nota nel sitiu (vamos, que nun tenía ni idega de cantar). Pues ellí veíes a Alejo Stivel, que en música de xuru que tien otres coses que facer, decí-y con tol tautu que "pasamos un buen ratu contigo, tamos enamoraos de la to forma de ser y de la to actitú, pero vocalmente nun tas tan prepará como otra xente que participa". Ya, páguen-y pa escuchala, pero duldo que lu obliguen a tratar a la xente con humanidá; eso fáilo porque quier. Alejo Stivel, otru inmigrante, otru sudaca, enseñándonos cómo se echa a una persona, ensin eufemismos, pero dexando la autoestima en paz.

Un programa como esi ye, de dalguna manera, discriminatoriu. Pero por otru lláu fai que se vea a esa xente que ta equí, que cuenta, que son persones, y que pueden facer el ridículo (o non) na televisión igual que cualquiera. Polo menos, ellos parecíen contentos, daquién pensó nellos, nun dexa de ser una oportunidá anque seya remota... y por oportunidáes tovía más remotes hebo munchos d'ellos que apostaron la vida nuna patera. Así que esos programas nun me gusten, pero esi cachín que vi nun foi el peor momentu del día.

Va tiempu tamién tuve una parpayuela nun foru falando del "problema" de la inmigración. Hebía xente que se quexaba de los Lating Kings y coses d'eses, y que decía que los sudamericanos ficiéronse dueños del parque Purificación Tomás. Onde yo vivo hay dellos sudamericanos tamién, y ficiéronse dueños del parque que hai delantre la mi casa. Pero ficiéronse dueños... porque tan tol día xugando al fúbol, y al voleybol, y charrando al aire llibre. ¿Pueo mirar mal a un montón de xente que tien viciu... de facer deporte?

Nun creo que les coses seyan de too o ná. Yo tamién taría muertu miedo si aportaren a España millones de nigerianos de golpe, y viera que va desapaecer el modu de vida que conozo, y sé que los campos de refuxiáos o les migraciones descontrolaes y masives son un infiernu. Tamién sé que hai mafies, y xente mala que vien a España. Y tamién me da pena que los foriatos que vienen son mui amigos entre ellos, pero pémeque nun se mezclen muncho (polo que seya) con los de equí. Pero al tiempu nu me queda otru remediu que pensar cuánto de lo que se diz ye verdá o mentira. Hai munches coses que nun sé si son verdá o no, pero delles sí sé que son mentira. Dalgún amigu míu ye inmigrante... y de xuru que se pue atopar a diez españoles que merecen que los echen de España por cada español que seya la mitá de buenu que esta xente.

Lo que pienso, y ponme tristayu, ye que de xuru que munches de les pendencies que tenemos son inventáes. Que, cuidáo, entiéndoles perfechamente: entiendo a los chilenos que odien a España, entiendo a los que tienen miedo cuando ven un grupu xitanos rumanos, como entiendo les vengances, o la envidia, o tantes coses del home. Precisamente porque les entiendo, pregúntome cuánto de civilizáo tenemos debaxo la capa pintura de nuevos ricos que llevamos.

Texto en español Lo que importa en un estado de derecho

Lo del estado de derecho es una coletilla que gusta mucho a los políticos, aunque supongo que sin la menor preocupación por lo que significa jurídicamente. Lo dicen porque los ciudadanos van a percibir simplemente una manera finolis de decir "algo bueno" o "tenemos razón".

Recuerdo cómo algunos pusieron el grito en el cielo, y se postularon como presuntas víctimas de toda una persecución política (lo que hay que oír) ante la posibilidad de que hubiera habido una detención ilegal de unos buenos ciudadanos que, de paso, eran militantes del PP.

Me pregunté en su momento, y me sigo preguntando, qué pensarían de ese teatro indigno los cubanos, o los argentinos. O todas las personas que hay por España que según esos paladines de la libertad deben callarse y no recibir resarcimiento alguno, por la buena marcha del negocio. Las víctimas siempre tienen razón, dicen. Pero se refieren sólo a algunas víctimas. Para gente así, decir el "estado de derecho" equivale en realidad a decir "el estado de lo que yo creo que es mi derecho y el de los que creo que son de mi bando".

Eso no tiene nada de particular. Nunca han entendido que el estado de derecho no entiende, precisamente, de bandos. Y tampoco es la primera vez, ni será la última, que magnifican astronómicamente determinados sucesos para utilizarlos como excusa de otras tropelías. Por ejemplo, un puñado de asesinatos concretos perpetrados por grupos concretos y personas concretas sirve para poner en una balanza equilibrada cinco años de república democrática contra tres de guerra civil más cuarenta de dictadura militar ultracatólica. Los detenidos por la supuesta agresión a Bono, detenidos con bastante fundamento (alguna que otra foto, alguna que otra descripción de los hechos que no dejaba lugar a dudas), por razones nada políticas (a menos que se tenga un concepto bastante físico de la política), durante muy poco tiempo, y tratados con guante blanco, son presos políticos, mártires de la libertad. Vamos, poco menos que como cuando a un disidente le entra la policía de noche en su casa y le coloca droga bajo el colchón delante de sus narices, para a continuación detenerlo por narcotráfico.


El caso es que al parecer un detenido por ser, presuntamente, miembro de ETA (Igor Portu), ha sufrido algún que otro problemilla de salud. Bueno, de "al parecer", nada; el parte médico dice que es así. No sé si para detener a una persona desarmada que huye es preciso causarle tales lesiones; ignoro (¡por suerte!) casi todo lo que se puede ignorar sobre detenciones y sobre el trabajo policial, que sé que no es precisamente fácil. Sin embargo, resulta que con esas heridas tan notables, parece que el detenido tardó muchas horas en recibir asistencia médica. El presidente y el ministro del interior pueden expresar toda la confianza que quieran en la Guardia Civil, y es justo que así sea si hay una investigación que no ha finalizado. Pero lo que está claro es que la información que los ciudadanos tenemos hasta ahora no encaja.

Esa memez de que "el manual del perfecto etarra dice que digan que fueron torturados" ya la he oído más veces, y (suponiendo que sea cierto, que a lo mejor hasta lo es) no pinta gran cosa en estos asuntos. No me interesa lo que dicen o leen los etarras; me interesa lo que dice o escribe mi policía.

Ante estos sucesos hay quien, irónicamente, se indigna, y cuando hay muertos desmembrados por una bomba no se indigna, "lamenta". Pero insisto; esos no me interesan. Me interesa el estado de derecho. Y hay otra gente que, en proporción a sus astracanadas anteriores, hoy debería estar indignadísima, pidiendo cuentas y no hablando de otra cosa. Y eso no lo he visto. Google dice que si se busca "detención ilegal", site:pp.es, salen 24 coincidencias (todas, aparentemente, dedicadas al caso Bono) Si se busca "Igor Portu", site:pp.es, salen cero. En el sitio psoe.es la diferencia es nada más que de 38 a cero (aunque también hay que decir que de esas 38 muchas se refieren a Guantánamo, a la CIA o a otros asuntos).

Es muy necesario que se mire con lupa cualquier actuación de la policía, y también la del caso Bono. Pero si nos preocupa el estado de derecho, deberíamos estar hablando, muy seriamente y con bastante preocupación, de Igor Portu.

A menos que nos dé igual.

Testu n"asturiano Morrió Oscar Peterson

Enteréme nel blog de Marco de que morrió Oscar Peterson. El mi pianista favoritu de tola vida. Si güey escucho jazz, ye por culpa d'él, d'Ella Fitzgerald y de Louis Armstrong.

Les sos frases paécenme tremendes, la manera que tien de meter notes esactamente nel sitiu, la manera que tien de usar la velocidá ensin abusar y ensin aburrir... y ensin perder, nunca, nunca, enxamás, esi ritmu marcau, esi swing perfechu. La manera de tocar ye semeya a la de Art Tatum, pero a mí Tatum (anque seya un xeniu) repúname un poco (demasiáes notes), y siempres me gustó abondo más Peterson.

Dáme muncha pena, como cuandu morrió Stéphane Grappelli. Son xente que uno nun conoz, pero acaba paeciendo que sí. De Peterson aparte de la so manera de tocar el pianu tengo la imaxen de un músicu que ye seriu, rigurosu, trabayaor, anque tamién paez una persona afable. En dalguna entrevista dixo que él improvisaba y que eso taba perbién, pero que hebía coses que nun se improvisaben, y que llegar a un escenariu a tocar ensin tener preparáes eses coses yera engañar al públicu. Curiáu con Peterson, que tontaes, les xustes.

A mí dexóme totalmente ablucáu el discu Oscar Peterson and Harry Edison (una trompeta y un pianu, nun fai falta más pa facer música) y Benny Carter meets Oscar Peterson (son los que recomiendo), pero por poner daqué pongo equí un par de vídeos. El primeru, uno mui vieyu, nel que sal cantando Nat King Cole el canciu Sweet Lorraine. (Nat King Cole, enantes de dedicase a la música "comercial" como cantante, fízose un nome y un respetu como un pianista más que decente). El saxofonista de detrás nun toi seguru, pero paezse a Benny Carter, anque nun sé, porque Carter tocó más bien el saxu altu... Ye igual. El del piano ye Oscarín, que ye de lo que se trata.






Y esti otru ye un exemplu más modernu de lo que tocaba Oscarín, anque tamién ye de fai tiempu:





Como decía el chiste: ¡Ay, mundo, mundo, cómo te los vas llevando uno por uno de los meyores!

Texto en español Los sueños de la razón, de Marina (II)

Otro par de notas, ahora que lo he terminado (gran libro; fácil de leer dentro de lo que cabe, aunque creo que todos los libros de teoría política requieren no poco esfuerzo del lector, salvo que sea un apasionado de estos temas, que tampoco es el caso).

Marina insiste mucho en que el hombre tiende a buscar la felicidad. Los obstáculos acaban siendo barridos, una y otra vez... con no pocas desgracias (el hombre evoluciona, lamentablemente, a base de catástrofes). Aquí vuelve sobre ello con metáforas, aunque tanto como esa idea me gusta su alusión a las pequeñas historias diarias, que no salen en los libros de Historia con mayúsculas, y que tanto influyen realmente en lo que es el hombre:

La tiranía es siempre una atadura puesta a un corcel brioso, que no parará hasta que la rompa. El fin de la especie humana es la felicidad como el fin del agua de lluvia es el mar. Tiende a él aunque se agote antes de llegar o la embalsen o quede remansada en charcos o se evapore. Habrá otras lluvias y los embalses se romperán y de los charcos se formarán riachuelos y de los riachuelos corrientes amazónicas. He visto en mis viajes las admirables formas que el viento y el agua esculpen en las rocas. ¿Va a ser la inteligencia humana menos poderosa que esas fuerzas ciegas? Día a día, en las casas, los mercados, los campos, las escuelas, gentes mínimas o grandiosas han ido alumbrando con denuedo formas de vida, instituciones, normas, proyectos. Una y otra vez los hombres han visto sus esperanzas truncadas por la ferocidad, ajena o propia, pero a la postre, a veces in articulo mortis, han retomado el rumbo, por la cuenta que les tiene.
La educación y la libertad:
Fue el aumento de nacimientos lo primero que nos demostró que las cosas iban bien. En todas las haciendas se quejaban de que las esclavas abortaban. No querían tener niños esclavos. En El Progreso todos los niños nacían provisionalmente libres, y alcanzaban la libertad definitiva cuando aprendían a leer y a escribir. Lo hicimos así porque, como buenos ilustrados, queríamos que nuestros ciudadanos relacionaran la idea de libertad con la idea de educación. Un niño sin educación continuaba siendo un esclavo, aunque la ley dijera lo contrario. Eso ha pasado siempre y en todas partes, incluso en las naciones donde en teoría no hay esclavitud.
Además de los dos principios motores del hombre (el placer y la grandeza) Marina establece otros pares importantes, frecuentemente dilemas:
Me pareció que había dos formas de vivir, cada una con una lógica diferente. [...] Voy a llamar a uno "el modo natural de vivir". Su lógica es la lógica natural: el miedo, la fuerza, el rechazo de los débiles o enfermos, la ausencia de piedad, el sálvese quien pueda. El otro es "el modo ético de vivir", el de la ciudad justa, que tiene una lógica contraria al anterior: defiende del miedo, protege contra la fuerza, acoge a los débiles y enfermos, siente compasión, y colabora a que los demás se salven. [...] Hay que decidir en qué mundo se quiere vivir. Es muy difícil mantener un pie en cada uno. [...] Lo malo es que vivimos momentos de tránsito, en los que no estamos tranquilos en la selva, pero aún no hemos alcanzado la ciudad justa. [...] Por eso no se puede argüir al que impone la fuerza, salvo diciéndole que así nos arrastra a todos a la selva una vez más.
Esto está en conexión, creo yo, con el bienestar a corto plazo, el beneficio rápido (que es "ley natural"), frente a pensar en los demás, en el mañana (que es "ley ética"). Los que viven en "el mundo real" (al que entienden como la selva) desprecian a esos idealistas que creen que con la ética se protege uno de los atracadores o se evita el 11-S. Pero yo creo que es sólo un problema de plazos, de visión... Yo creo que si uno es inteligentemente egoísta, debería ser bueno, solidario, compasivo, ecologista. (Si nunca hubiera habido tortura alguna en España, ¿habría durado ETA más, o menos? ¿Habría habido más muertos, o menos?) Por supuesto, el argumento del futuro también se ha utilizado tétricamente en sentido contrario, utilizando temporalmente la ley natural (la fuerza) a fin de establecer a largo plazo la ley ética (y esa fue la precipitación en que incurrió la Revolución Francesa con el período del Terror): "sacrificar la generación actual por el bien de las generaciones futuras", o antes incluso la asamblea, "sacrificar a medio millón de esclavos por el bien de veintisiete millones de franceses". Pero a esto cabe oponer lo que decía Condorcet sobre la engañosa apariencia de utilidad:
[...] Condorcet representa la versión optimista: "Es un grave error -escribe- creer que la utilidad común no se encuentra unida constantemente al respeto por los derechos de los individuos, y que la salvación pública pueda ordenar verdaderas injusticias. Por el contrario, en toda medida propuesta como útil es preciso examinar en primer lugar si es justa. Si no lo es, es preciso concluir que sólo tenía una vana y engañosa apariencia de utilidad" (25 de octubre de 1791, Archives Parlamentaries, vol. 34, p. 395).
En fin, no es fácil arreglar el mundo.

Texto en español Los sueños de la razón, de Marina

José Antonio Marina es una persona que me asombra. Una persona culta y que piensa con claridad. Parece mentira, pero creo que hoy en día hay muy, muy, muy pocas personas así. Muy pocas personas que hayan leído lo que él, que sepan tanto y que sepan pensar de esa manera. O explicar cómo piensan, al menos. Temo que sea uno de los últimos ejemplares de una especie en extinción.

Un par de notas de su libro Los sueños de la raszón - Ensayo sobre la experiencia política, que estoy leyendo. No son, seguramente, ni lo más importante que dice ni las conclusiones más importantes, pero son cosas que me apeteció anotar aquí.

La primera cobra pleno sentido leyendo el contexto en el que está (una discusión sobre la existencia de los derechos naturales), y además yo pienso que somos grandes también por lo que ya somos (incompletos como somos), pero esto no deja de ser otra forma de decir lo mismo: cuán valiosa es cada persona, cuánto potencial hay en cada uno de nosotros.

¿Sabe por qué creo en el progreso? -Negué con la cabeza y prosiguió-: Porque creo que ninguna definición aceptable del ser humano puede darse en presente. El ser humano será un animal racional. El ser humano será libre. El ser humano nacerá igual. El ser humano será digno. Todavía no lo es, ni racional, ni libre, ni igual, ni, salvo excepciones, digno. Eso es lo que hay que decir. Por eso me parece equivocado hablar de derechos naturales, porque al hacerlo se mira hacia atrás, a la naturaleza, o a una edad de oro inexistente, y allí no hay nada. No valemos la pena por lo que somos, sino por lo que podríamos ser.

Y una muy interesante simplificación sobre lo que mueve al hombre. Todos los deseos parecen poder reducirse a dos:

-Me confunde hablar de felicidad -comenté-. Para uno la felicidad consiste en comer, para otros en disfrutar de los favores de una damita, para otros en meterse en un convento. ¡Somos tan diferentes!
-No lo crea. Nuestros deseos más profundos son muy parecidos. Al hombre le mueven dos cosas. El placer y la grandeza. Si consigue armonizar ambos deseos, el mundo va pasablemente bien. Pero si se dedica tan sólo a uno de ellos, se producen fuertes alteraciones, personales, sociales y políticas.

Text in English In defence of Marion Jones

I'm not any big supporter of professional sports. I once enjoyed -or maybe I should say loved- NBA basketball. I even got up in the middle of the night with the only purpose of seing my idol, Ben Johnson, defeat Carl Lewis in Seoul 1988. His later disqualification made me think about doping and professional sports. And through the years, I came to one conclusion: the only competition I'm really interested in is the one we keep against our own limits. Any overweighted friend who manages to run 10 minutes non-stop moves me inside much, much more than any slam dunk by Kobe Bryant.

Now, I understand the athletes emotions and wish them the best, but I personally scorn the olympic games (just a huge business). I can't find professional cycling interesting; it has no sense with doping, but without doping it is somewhat hypocrite and has no sense whatsoever. My appreciation for a competition is inversely proportional to the attention and money the athletes get. I sympathize with female cross-country runners, and mostly ignore stars like male 100 m runners.

In this respect, I've never been any fan of Marion Jones. Her medals (the ones I heard of by chance) made me happy because I suppose they made her happy (one person, at least) and that's all. For me, her achievements have never been greater than those of any supermarket cashier that gets to earn her money after an exhausting day.

I had some news about her doping, and how her medals were cancelled. But now I read that she is trying to avoid... jail.

I can (partly) understand professional competition in team games such as basketball or football because it involves skills, creativity, team playing... things that (at least remotely) relate to becoming a better human being. Other competitions, however, are not so significant for me. There is always creativity or tactics involved, but they depend so heavily in muscle performance (or any other bodily function) that verifying which human body gives a better biochemical/biomechanical response to stress, or speed (100 m running, long-distance cycling, and so on) is just a scientifical question that I can hardly relate to human virtues. Personal effort, training, tenacity or discipline are a must, of course, but it's unlikely that they will make the difference in a biological parameter to win a world-class competition. What are you giving medals to, then?

It seems that Marion Jones broke some rules. And she was punished for that. All of her effort (putting even her own health at risk) became useless when her medals vanished. I think that's a severe penalty for an athlete, whose only purpose in life until a certain age was winning the glory of being remembered as a winner. Each one of her thousands of long, hard training hours was completely in vain.

Does she deserve jail? Just for lying during an investigation to defend herself? Then, what sentence would deserve, say, George W. Bush for lying to send several countries to a never-ending war? What sentence would the TV channels, the sponsors, the cities, all of those guys who made money with Marion and pushed her to her limits and took advantage of her, deserve? And regarding the sports authorities, the enthusiasts, the audience... What were you rewading exactly with medals? Did you give any appreciation to the runner who arrived in sixth place, or to the athlete that lost in the trials and never got to the olympic games? Did you give any credit or tribute to the second-rate athlete that trained endlessly, without any help (or drugs), and won some local championship, and couldn't get any further because of an injury?

Sending Jones to jail is like trying to make amends for our own sins by punishing her. I've never cared too much about Marion Jones and her five medals in a row. But now I do. Now I'm starting to get interested in her story. Now I feel moved. Now I feel the urge to see her win.

Go, Marion, go. Let them behind. Crush them. I'm with you.

Texto en español Música: cara y cruz

La cara y la cruz, en este caso, están en el mismo sujeto. Es un cara, y es un cruz.

Vamos a ver la noticia.

Penélope Cruz protagoniza un tórrido vídeo para apoyar el disco de su
hermano Eduardo

[...]

El menor de la familia, Eduardo Cruz, apuesta fuerte en su début discográfico. Para el vídeo del tercer sencillo de su disco, "Cosas que contar", ha convertido a sus dos hermanas en dobladoras de películas porno.

Mónica y Penélope Cruz escenifican todo tipo de posturas sugerentes: comen limones y chupa chups, tocan la guitarra con unos espectaculares trajes de baño rojos, se desvisten, se rompen las medias y posan en ropa interior. Pero, sin duda, el plato fuerte viene al final cuando Penélope le muerde los labios a otra mujer.

El rodaje del video clip tuvo lugar en Ciudad de México y fue dirigido por el español Jaime de Laiguana, quien ha trabajado anteriormente con artistas como Alejandro Sanz, Miguel Bosé y Shakira. ['nuff said...]

[...]

En este último país [Méjico], donde lleva tiempo viviendo, sólo 10 días después de su estreno discográfico ya había entrado en la lista de los 25 más escuchados.

«¿Te has beneficiado de la fama de tus hermanas?», le preguntó una seguidora sin pelos en la lengua en el primer chat en el que participó Eduardo. «Pues la verdad es que nunca lo he visto como un beneficio. Han pasado 21 años de mi vida y nadie me conocía porque intenté no aparecer en fotografías al lado de mis hermanas. Ahora estoy en la promoción de mi disco, que posee letras que yo compuse, por lo que considero que tengo ya una carrera que he labrado a base de mi esfuerzo. Entiendo que algunas personas piensen así por todos los fraudes que hay, pero realmente espero que escuchen el disco y que les guste», respondió el pequeño de los Cruz, sacudiéndose así cualquier suspicacia sobre el empujonazo profesional que puede darle el apellido.


Qué enorme montón de mierda. Por parte de Eduardito y por parte del redactor (no lo firma).

Vamos a ver, Eduardito.

Pongamos que tú eres músico.

Entonces vas a grabar un disco, y claro, hay que hacer un videoclip (¿qué música se puede hacer sin videoclips? ¿Ein?) Y entonces te pones a pensar, a pensar, qué puede sugerir la canción, qué imágenes se pueden poner a esa música...

"¡Ajá! ¡Ya lo tengo! ¡Voy a aprovechar que tengo una hermana actriz y famosa! Bueno, no, ¡dos! ¡Dos hermanas famosas! Así que ¡voy a sacar a las dos! Y entonces, ¿qué van a hacer? ¡Ya lo tengo! ¡Chupar piruletas, enseñar las bragas, despelotarse! ¿Será suficiente?

Hombre, creo que a lo mejor alguien no se da por aludido... ¡Ya está! ¡Serán dobladoras de cine porno!

Pero no sé, igual queda demasiado flojo... ¡Que se morreen entre ellas! Bueno, no van a querer... Bastará con que Penélope se morree con una tía. Que además, si metemos incesto, en algunas cadenas ya no lo van a querer poner..."

Es decir: tenemos un músico que a los 21 años publica su primer disquito, a los 10 días este disco está en las listas de los más escuchados, prepara un vídeo y saca a sus hermanas famosas enseñando braguca (o lo que sea), flirteando con el porno y dándose un besito torti, y entonces le preguntan si no sacará partido de la fama de sus hermanas, y no, pa qué. En 21 años (que mira que son años, ¿eh?, un músico hecho y derecho, hay que ver) no quiso hacerse fotos con ellas, así que su carrera es a base de esfuerzo (el primer disco suyo es este que saca ahora prostituyendo a sus hermanitas, pero en fin).

No tengo absolutamente ningún prejuicio sobre la calidad de su música, que no he escuchado, y el vídeo tampoco lo he visto ni tengo la menor intención de verlo (aparte de que, mire usté, a estas alturas de la película tiene bemoles que en un periódico cuele como cosa interesantísima y escandalosísima y morbosísima algo tan visto, un tan patético y tan obvio intento de llamar la atención como que Penélope Cruz se dé el pico con otra actriz; supongo que directamente pagan para que salga, porque otra cosa no se explica). Pero pocas veces he visto tanta mierda junta en lo que se refiere a la promoción. E incluso el mejor trabajo se puede arruinar si se edifica sobre mierda, o bien si se cubre con mierda. Y este tío se ha cubierto con tanta mierda que su música ya no me interesa.

Tío, hazme caso. Hazte político. Con esa sangre fría y ese cinismo que tienes llegarías lejos. La música mucho me temo que puede prescindir de ti.

Texto en español Los números de la docencia (III)

Se me había olvidado completar los apuntes sobre este asunto.

Resulta que unos compañeros caritativos pudieron gestionar alguna factura con cargo a proyectos que tenían, y gracias a eso... he recuperado, hace unos días, el dinero que pagué por la inscripción a JENUI 2007. Son 290 €. Menos da una piedra.

La conclusión ya salía hace mucho tiempo en un inspirador programa de televisión. Solo, no puedes; con amigos... sí.

Soy un tío muy, muy afortunado.

Texto en español Motivación

De un tiempo a esta parte oigo o leo muy a menudo hablar de motivación, sobre todo en relación con el fracaso estudiantil. Y empiezo a preguntarme si resulta razonable.

La RAE da las deficiones rigurosas y sencillas que debe dar, y la Wikipedia sus explicaciones algo más extensas (que hay que tomarse con las evidentes reservas). Tanto del diccionario de la RAE como de la enciclopedia se extrae una relación clara entre eso que llaman la motivación y el interés, la voluntad, algo que nos mueve a hacer algo en lugar de permanecer quietos. Sobre todo, la voluntad.

El verbo motivar puede utilizarse tanto en sentido reflexivo como transitivo, sí. Pero me parece que se abusa de ese uso transitivo. Dicho sin rodeos: me parece que motivar a los alumnos no es una misión principal de un profesor. No, al menos, en los términos en que se plantea tantas veces. Hay quien dice que no estudia, o no acude a clase, porque los profesores no lo motivan. Al decir eso están diciendo, casi casi, que los profesores no insuflan voluntad en su espíritu. Por poder, se puede remolcar un automóvil, pero ¿se puede insuflar la voluntad?

No creo que sea posible, ni deseable. Creo que quien no está motivado, o quien no se motiva, para estudiar en la Universidad, debe dejarlo. Creo también que cuando a las personas se nos inyecta voluntad que no es nuestra pueden conseguirse con nosotros grandes cosas, pero también grandes desastres y grandes pesadillas, así que tengo mis reservas ante esa posibilidad. Prefiero que quienes obtengan un título universitario sean personas con energía propia suficiente para abordar un reto, superar dificultades, establecer una disciplina, sufrir cuando es necesario, sobreponerse... y buscar una meta nueva cuando se ha superado la que parecía tan difícil. No me imagino a un ciudadano pusilánime, que está ahí como podía estar en otro sitio, que no guarda en sí mismo el principio de su propio movimiento, llegando a lo más alto del sistema formativo que la sociedad ofrece hoy en día, y que es, probablemente, el más poderoso y mejor dotado caudal de conocimientos que ha conocido la Historia (aun con todas las deficiencias que pueda tener, y aun sabiendo que la formación no es sólo la transmisión de conocimientos).

Y desde luego, la dificultad para entender algo (teniendo que recurrir quizás a fuentes complementarias), o el cansancio intelectual, o el aburrimiento, no son las pruebas más difíciles que tenemos que estar preparados para superar. Hay que invertir (frecuentemente a fondo perdido) ingentes cantidades de tiempo, de atención activa, de escucha, de esfuerzo, para aprender a hacer cualquier cosa. No digamos para obtener un título universitario.

Creo que la motivación se puede entorpecer o arruinar; que es (¡desgraciadamente!) fácil desmotivar, eso sí, y creo fundamental aprender a no hacerlo. Pero una vez se elimina el obstáculo, me parece inaceptable que una persona sea responsable de la voluntad de las demás. Ese enfoque puede ser compatible con la guerra, o con la perpetuación de una religión, pero no es muy compatible con la difusión del conocimiento y la formación de ciudadanos autónomos, libres y responsables.

Y de la Universidad creo que deben salir ciudadanos autónomos, libres y responsables, que cultiven en sí mismos lo mejor de la especie humana: la imaginación, la iniciativa, el tesón, la alegría, la búsqueda, la generosidad. No transistores fabricados en una cadena de montaje, que pasan por ella pasivamente. Me parece que quien ingresa a la Universidad viene más bien a dar cosas a la sociedad -muchas- que a recibirlas. Si empezamos esperando a que nos motiven, o justificando así de manera genérica nuestras omisiones, si venimos simplemente a esperar a que nos presten un servicio, la cosa no puede acabar bien. Aunque las aprobemos todas y las autoridades económicas estén muy contentas con los indicadores de... calidad.

Lo que he escrito anteriormente es bastante general. Y por eso es posible interpretarlo en relación con muy variados casos o aspectos particulares y parciales, y hay un peligro evidente de que se interprete mal. No he escrito que un profesor no tenga ninguna responsabilidad en la motivación de sus alumnos, o que no deba cumplir ciertas tareas importantes relacionadas con ella, o que actualmente no haya deficiencias en cómo se hacen esas tareas, o que cualquier crítica respecto a que un profesor no motive lo suficiente esté descartada de antemano. Pero sí creo que se está utilizando el término con ligereza y de manera peligrosa. Puede contribuir a implantar ideas bastante dañinas sin que nos demos cuenta.

Testu n"asturiano Milenta cómics: Emigrantes, de Shaun Tan


L'otru día, nun comentariu a un artículu sobre cine mudu, faláronme de Shaun Tan, al que nun conocía. Dixe que diba buscar el llibru, y 48 hores dempués ya taba lleíu. El comentariu nun me valió sólo pa atopar a Shaun Tan; tamién pa descubrir la biblioteca de La Granda, un tesoru nel mediu'l campu San Franciscu. Una biblioteca infantil y xuvenil, pero que a los efeutos tien una coleición de cómics que completa perbién a la biblioteca'l Fontán. NUnca entrara nella, y agora van veme perellí a menudo, me paez.

Emigrantes ye otru de esos cómics que faen del xéneru un arte. Cada viñeta ye un cuadru maraviyosu. Ye una hestoria ensin pallabres, pero nun faen falta. Améstense los detalles de la vida d'un inmigrante, la confusión, el ablucamientu, la indefensión... con una estética que d'un llau val pa que el llector tea como'l protagonista, ensin saber bien qué son les coses que ve ni qué dicen los cartelos que llee, pero d'otru llau resulta onírica, orixinal, llamativa.

Shaun Tan cuenta la hestoria dende los detalles, dende duchase, mercar comida, o subir a un autobús. Xuega a repetir los detalles d'una viñeta'n otres, y xuega a alcontrar les hestories que hai detrás de caún de los emigrantes que apaecen. Pero con qué dibuxos... Hai que ver cómo dibuxa los xestos, les manes, les espresiones de les cares. Dicho con poques pallabres: los seres humanos (porque eso ye lo que somos a la vista, los xestos, los movimientos, les cares).

Les viñetes que pongo equí son de les más sencilles, porque les otres hai que veles nel llibru. Dende les tapes, ye una obra de arte, nun hai dulda.

Gracies, César Álvarez.