El gilipollas del Ubuntu (II)

Esta vez hablamos de mí.

Ya conseguí instalar Ubuntu, y su Apache y su PHP (el MySQL para otro día). Incluso conseguí ponerlo en asturiano. He de decir que en principio estoy satisfecho, y el sistema es guapo.

Pero, neninos, no es oro todo lo que reluce. Echar pestes de Windows queda muy cool, pero no deja de ser un poco de pose.

Cuando configuré los datos de red, el chisme se conectó, y ¡zas! Ya podía ver páginas web. Esto marcha, me dije. Qué fácil, qué rápido, qué cómodo, qué alegría, qué alboroto, otro perrito piloto.

Entonces me puse a abrir un MP3, y el chisme dijo que necesitaba codecs. "Vale, lo entiendo", pensé con mucho reverb y mucho eco, "el MP3 es un formato propietario y no viene instalado por defecto. Así que ¡sí!, instala lo que necesites; yo, tu Hacedor, te lo ordeno". (Es que pensar con eco sin decir nada solemne es un despilfarro de energías.)

Y entonces el chisme va y dice que no detecta el proxy.

Después de varios intentos, y de varias vueltas, menos mal que estaba por allí un compañero de palomar, y me dijo que a él le había pasado que la red se desconfigura sola.

Como no me lo creía, y no podía ser que en 2009 un sistema operativo como este la pifiara en algo tan básico y necesario, y algo que además a Windows no le pasa desde, como quien dice, Windows 3.11, decidí comprobarlo por mí mismo. Y era verdad.

LOS DATOS DE RED SE CORROMPEN. Se pierde la IP, la puerta de enlace... cuando le da la gana. Quedan a cero, o con números tontorrones, o se pone solo en modo DHCP.

¿Cuál es la solución? Mi compañero columbiforme me dijo que él había creado otra conexión de red, y esa no perdía la configuración. Ni corto ni perezoso, le hice caso; así que ahora tengo dos conexiones de red, aunque sólo tenga una tarjeta. La original, "Auto eth0", no vale pa nada, y la otra, "Conexión cableada 1", funciona.

"Huyhuyhuy", me dije... (otra vez con mogollón de eco), "esto no es lo que esperaba de un sistema operativo tan cacareado y tan estable y tan leches en vinagre, pero en fin".

Intenté pasarlo al asturiano, y lo conseguí; descargué el soporte del idioma, pero luego, a pesar de lo intuitivo (¿?) que es Ubuntu, no supe cómo activarlo de verdad. Eso sí, usé una herramienta que tienen en Softastur, el "Anovador al asturianu", y esa sí que me lo cambió. Que sí, que sí, que tengo un ordenador en asturiano y no pasa nada:



Eso sí, de repente el Firefox, sin saber por qué, después de funcionar en español, y luego en asturiano perfectamente, volvió por su cuenta a estar en inglés. Tampoco creí que me fuera a pasar esto en un sistema operativo tan bueno.

Por lo demás, aunque no he trabajado mucho la cosa no está mal; hay un poco de follón con los permisos, y uno no puede mover carpetas alegremente (cosas de la inexperiencia, supongo), pero bueno. Nada grave.

Eso sí, si las cosas que han pasado (que se pierde la configuración IP, que el idioma cambia solo...) pasaran en Windows, más de un listillo se partiría de risa y despreciaría el software, y a Microsoft, y a Bill Gates, y a todos los usuarios de Windows. Así que no nos vendáis la moto, tampoco. Menos lobinos.