Manipulación (III)
Un buen amigo me ha afeado la conducta porque aparentemente "no me he dado tanta prisa" en escribir sobre el dichoso asunto del ácido bórico ahora que el jefe de los peritos ha sido citado como imputado, al cambiar el caso de juez. Por supuesto, ve en mí una intención. Política, cómo no.
Ocurren varias cosas. La primera, que el procedimiento judicial no me ha aportado nada, por el momento, que me haga cambiar de idea. La condición de chapuza que aprecio en el informe original (en mi opinión) no está ligada a la suerte de Francisco Ramírez (le deseo la mejor, por cierto, a él y a los otros tres peritos).
La segunda, que en cualquier caso este señor tampoco ha sido citado como imputado más que de manera formal; al parecer, la juez aún no le ha atribuido ninguna conducta delictiva, sino que lo ha citado como imputado porque hay una denuncia de una asociación de ayuda a las víctimas del 11-M. (Ignoro por completo en qué puede ayudar a las víctimas del 11-M todo esto, pero en fin, tampoco conozco los estatutos ni los fines de esa asociación).
Pero aunque Ramírez acabase condenado y los otros peritos no (peritos en quienes, por cierto, al opinar respeté la presunción de inocencia en todo momento), por ahora lo único que tengo para formar mi criterio son los dos documentos originales. De momento, siguen siendo los mismos.
Estoy deseando cambiar de opinión sobre lo que haga falta; creo que es una consecuencia saludable del proceso de aprender. Y además estoy muy agradecido a cualquiera que me enseñe algo. Así que... si alguien me enseña algo que me haga cambiar de opinión sobre este estúpido asunto del ácido bórico, o cualquier otro, de veras que lo espero con impaciencia. Pero sin mala leche ni exabruptos partidistas, por favor.
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