Texto en español Por qué no me gusta Google

¿Qué es lo peor de los teléfonos móviles?

Cambiar de teléfono.

Resulta desesperante que los contactos de uno, las citas, los mensajes, estén metidos en un cacharro. Que cada cual necesite un cable distinto, que a veces se entiendan por Bluetooth y a veces no. Que haya que estar pensando cómo los transfieres. Esos datos son textitos y numeritos. Debería estar inventado y resuelto cómo transferirlos, desde los años 50 del siglo XX. De hecho, lo está.

¿Qué era (es) lo peor de Outlook 2000?

Los ficheros PST.

Son ficheros en un formato que sólo se lee, aparentemente, con Outlook o con programas que la gente ha hecho por ahí, y por lo general funcionan fatal. Sí, puedes entrar en Outlook y exportar, pero eso tampoco suele funcionar de manera aceptable. Los mensajes de correo electrónico son textos y ficheros adjuntos, y las carpetas son... carpetas. Esto debería estar completamente resuelto desde los comienzos de Internet. De hecho, lo está.

No me cabe en la cabeza que sigamos así. La mayoría de las aplicaciones de hoy, tanto en línea como de escritorio, no aceptan una cosa:

Mis datos son míos.

Resulta inaudito, si yo compro un destornillador, que las cosas que atornillo con él pasen a ser casi propiedad del fabricante. Que Bosch se quede con mis cuadros porque los he colgado con un taladro suyo.

Por eso me parece impresentable Facebook. Y por eso no me convence Google, por más que las aplicaciones puedan ser molonas. Que lo son, pero no tanto.

Sí, puedes descargarte algunos de esos datos, según el caso. Pero en muchos casos no es con un enlace de descarga, bien visible, al lado de tus datos, sino recurriendo a aplicaciones de terceros, a trampas, a rodeos.

Pero la exportación ni siquiera es lo peor. Lo peor es lo que pasa con los contenidos. Y pasa algo muy, muy, muy serio.

No me gusta que Google sea dueño de mis correos (Gmail), de mis documentos (Google Docs), de lo que leo en blogs (Google Reader), de lo que escribo (Blogger), de mis citas y planes (Google Calendar), de los vídeos que veo o comparto (Youtube), de mis fotos (Picasa), de los sitios y momentos en los que estoy (Google Earth, Google Maps), de lo que busco y visito en Internet (¡Google!).

¿Lo habías pensado? Lo que se puede saber sobre ti cruzando todos esos datos es verdaderamente escalofriante. Creo que uno de los signos que van a distinguir nuestros tiempos en la Historia es la renuncia a la intimidad, la tranquilidad con la que los ciudadanos dejaron todos sus datos, toda su vida, en manos de empresas que los podían utilizar sin ninguna cortapisa ni escrúpulo. Ojalá no nos tengamos que arrepentir.

Al principio, la adquisición de Blogger por Google, por ejemplo, no se notaba demasiado. Pero poco a poco, van cambiando cosas, te van empujando, tienes que usar el usuario de GMail y no el autónomo que tenías. Lo mismo en Youtube; llega un momento en el que tienes que usar una cuenta de Google, sí o sí. Luego, llegan y lo que era guticr.blogspot.com, ahora es guticr.blogspot.com.es, porque les ha dado la gana. No me han preguntado nada, lo han cambiado porque han querido. Da igual si yo quiero que me sitúen en España o no. Lo han hecho, y ya está.

Y como cliente son cosas que no puedo consentir, aunque parece que aquí soy el único raro.

Hace un tiempo, quise recordar el título de un libro que había leído hacía muy poco. Pregunté en la biblioteca pública si podía ver mi historial de libros tomados en préstamo, haciendo una petición o lo que fuese. La respuesta fue: no. No porque no queramos dártelo, sino porque esos registros NO EXISTEN. No sabemos qué has leído. Sólo tenemos los registros de los libros que aún no has devuelto, y cuando los devuelvas se borrarán. Tenemos datos de cuánto tardas en devolver cada pedido, a efectos estadísticos, pero no de qué libros eran. Compárese ese respeto a los derechos del cliente (y eso que hablamos de un Estado) con el de las empresas estadounidenses de Internet.

Lo que estamos haciendo con Google es algo sin precedentes. Es algo tan demencial, tan inconsciente, tan servil, tan ovejo, que empiezo a pensar que estamos zombificados. Hace años, el movimiento del software libre tenía alguna fuerza, era un contrapeso a Microsoft. Hoy, todo el mundo abraza Apple de manera completamente entregada. Y Apple es una empresa pésima: fabrica productos completamente cerrados, propietarios, caros. Casi tienes que estar agradecido por comprar Apple.

Esto no puede seguir así.

3 comentarios:

Kalvy dijo...

Supongo que conocerás estas alternativas a algunos servicios de Google, pero por si acaso, aquí van:
-Wordpress para alojar el blog.
-OpenStreetMap para consultar (¡y editar!) mapas.
-DuckDuckGo como motor de búsqueda.

Las cosas como son, OpenStreetMap tiene menos funcionalidades que Google Maps, ya que no hay, que yo sepa, vista por satélite ni vista a pie de calle. Pero a cambio los mapas en sí son CC-BY-SA (la idea es cambiar a otra licencia específica para bases de datos, pero según parece con las mismas propiedades que la actual) y pueden ser mejorados por los propios usuarios como si de un wiki se tratase (hay incluso aplicaciones de escritorio para hacerlo más cómodo, como Meerkartor). Y además la interfaz de OpenStreetMap está traducida al asturiano ;)

Por su parte, actualmente DuckDuckGo también es más flojo que la búsqueda de Google. Pero a cambio ofrece mayor privacidad, y una API con la que desarrollar plugins que pueden acabar añadidos en el propio buscador.

Finalmente, una curiosidad. ¿A qué te refieres con esto?:
Hace años, el movimiento del software libre tenía alguna fuerza, era un contrapeso a Microsoft. Hoy, todo el mundo abraza Apple de manera completamente entregada.

Me refiero, que Apple es como una secta ya lo sé. Pero la referencia al software libre es lo que no acabo de ver cómo encaja. Y si te refieres a que hay defensores del software libre que lucen orgullosos productos Apple, eso no es de ahora; es algo que, misteriosamente para mí, lleva ya ocurriendo muchos años :P

Guti dijo...

Pues de hecho la próxima entrada que escriba es la 1.000, y mi plan es que sea la última en Blogger y cambiarme a Wordpress :-)

Muchas gracias por el comentario, porque no conocía ni los mapas ni DuckDuckGo. Muuuuy interesante.

Tienes razón con lo de Apple y el software libre, es un contrasentido y no había caído en que no es nuevo. Pero es que me da la impresión de que últimamente el movimiento del software libre tiene menos influencia que antes. Es decir, el software lo hay, quizás más que nunca, pero es como si la mentalidad que debería acompañar a ese software hubiera cedido muuuucho terreno, o fuera menos visible que antes. Los "nuevos clientes", las nuevas generaciones, renuncian a la privacidad o a la capacidad de elegir, pero es que sin planteárselo siquiera. No le dan la menor importancia. Ojalá sólo sea una impresión mía.

Anónimo dijo...

Te faltó mencionar Android:
http://www.foxnews.com/scitech/2011/04/21/apple-google-receive-phone-users-locations/

También es sabido que el navegador Firefox, en virtud de un acuerdo con Google, envía datos periódicamente de lo que haces con él (al menos hará cosa de un par de años). Esto es fácil de detectar poniendo un proxy como el Paros Proxy o el Andiparos. Si esto es así, ¡qué no hará Chrome!