Adicto y mentiroso
Veo en El País que la Defensora del Lector habla de un artículo de Francisco Rico, miembro de la RAE. Un artículo en el que al parecer plasmaba un "furibundo" ataque a la nueva ley sobre el tabaco.
Lo primero que hago es leer el artículo, Teoría y realidad de la ley contra el fumador. Tiene su punto de original, no se puede negar. Incluye, sí, una selección de algunas de las aburridas y manidas idioteces, memeces, gilipolleces, estupideces, imbecilidades, sandeces, necedades y bobadas habituales en el argumentario protabaquista (incluyendo la mentira flagrante del título; no existe ninguna ley contra el fumador). Incluye también alguna que otra idea que, al menos, podría estar sujeta a discusión, como hemos hecho en este mismo blog en algunos comentarios. Pero es que este pone el acento en negar que se hayan demostrado los efectos nocivos del tabaco. Eso sí que es original, y no se veía desde hace años.
Lo más curioso y sobresaliente del artículo es ese negacionismo. Y lo segundo más curioso y sobresaliente el post scriptum que incluye:
P. S. En mi vida he fumado un solo cigarrillo.
Impresiona, ¿no? Reviste toda su diatriba anterior de una legitimidad tremenda; ya no son las idioteces, memeces, etc. de un adicto, sino la indignación de alguien que no tiene interés personal en aquello que defiende. Un ciudadano que arriesga su crédito y su imagen (bueno, sí, diciendo sandeces, pero se arriesga)... por otros que no son él. Hombre, es digno de respeto y de tomárselo en serio, ¿no?
Sigo leyendo. Y la Defensora del Lector se ocupa del asunto porque muchos lectores han escrito diciendo que no es cierto que Rico no fume, sino todo lo contrario. Afirman, por ejemplo, que en una entrevista de 2008 Karmentxu Marín lo describía como fumador empedernido.
Paro de leer. Busco la entrevista, y es cierto que así se lo describía al final de la misma.
Por si Karmentxu se lo ha inventado, hago el sencillo ejercicio de buscar en Google Images "Francisco Rico". No hace falta poner referencias al tabaco; es fácil encontrar fotos suyas fumando.
Me quedo perplejo. ¿A qué fin un tipo culto dice algo así si es una mentira burda y evidente? Dirá que es una licencia literaria, porque otra cosa...
Sigo leyendo. Y... adivinen.
Pues sí. Resulta que es una licencia literaria. El tipo dice en su defensa:
Amén de darle al conjunto una nota de color, el post scríptum quiere decir varias de las cosas que literalmente dice, y sobre todo otra no literal, pero obvia: que "Je est un autre" (Rimbaud), la escritura no es la autobiografía y "la verdad es la verdad dígala Agamenón o su porquero" (A. Machado). El P. S. me ha producido la triste satisfacción de comprobar lo que yo diagnosticaba: que la ley es una escuela de malsines [acusicas]. Porque casi todos los que se pronuncian contra mi artículo lo hacen buscando hurgar en mi vida y costumbres, espiando a mis amigos y buscando antecedentes incriminatorios. En mis argumentos apenas se entra. En otro lugar he dado una prueba del escaso rigor científico que a menudo gobierna la campaña antitabaco. Pero nadie roza siquiera mis dos puntos principales: la estolidez ("Falta total de razón y discurso", DRAE) del legislador y la vileza que suponen algunos puntos de la ley, notablemente el veto de fumar a los enfermos hospitalizados y, en especial, terminales
Un tipo que se descuelga con tal tontería, que afirma que tiene licencia para decir mentiras ¡en un artículo de opinión! porque "Je est un autre"... acusa al resto del mundo de "falta total de razón y discurso". Y de acusicas... ¡por señalar las mentiras que dice!
En fin. No merece la pena comentar más.
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