En respuesta a Teddy Bautista
Como resultado del rechazo parlamentario (por ahora) a la llamada Ley Sinde, Teddy Bautista ha publicado una reflexión.
Y en mi cabeza empiezo a puntualizarle cosas. Y este sitio está para escribir lo que se me pasa por la cabeza.
Si es cierto lo que pone la Wikipedia, "el insigne Beaumarchais" era un liante, un manipulador, un lameculos, un traficante de armas, de quien se sospecha que mató a su primera mujer, con la que aparentemente se casó para pegar un braguetazo y hacerse con su fortuna. "Beaumarchais" no era su apellido, sino el nombre de una propiedad de su mujer. Su biografía revela la joya de tío que era, no tiene desperdicio.
Un ejemplo de la vida que llevó el insigne Beaumarchais:
En 1759 dio clases de arpa a las hijas de Luis XV. Gozando de la protección real que le valió cargos oficiales, se asoció con el financiero de la corte París Duverney, se involucró en las especulaciones comerciales demostrando tal habilidad en estos negocios que, en pocos años, consiguió hacerse con una gran fortuna.
Habrá quien piense que no es de extrañar que Teddy Bautista lo considere "insigne", incluso un modelo a seguir en algunas cosas.
Aparentemente, es mentira que se incluyeran "solemnemente" los derechos de autor entre los derechos del hombre en 1789. Si Wikisource está bien, busque usted alguna alusión en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que yo no la he visto. Beaumarchais fundó una organización para promover el reconocimiento de los derechos de autor, y fue en 1791 cuando la Asamblea Nacional promulgó varias leyes específicas sobre los derechos de autor. (Que, por cierto, en principio establecían el paso al dominio público de toda obra a los... cinco años de la muerte del autor y posteriormente a los diez; hoy, en una sociedad de ciclos infinitamente más rápidos, paradójicamente hay que esperar SETENTA años.)
Gracias por su preocupación, señor Bautista, pero la ciudadanía no se verá privada de creaciones artísticas. De hecho, las leyes vigentes sobre propiedad intelectual (que no es lo mismo que los derechos de autor) son las que privan a la ciudadanía de acceso a una enorme porción de la cultura y las creaciones.
Y si no, explíqueselo a Álex de la Iglesia, una persona que admiro y de la cual tengo muy buen concepto, una persona cuyas manifestaciones respecto a la Ley Sinde doy por hecho que están llenas de buena intención. Y precisamente por eso, no creo que deba aplicarse su propia medicina y pagar multas por poner en su blog fotos que, técnicamente, no tiene "derecho" a poner. Es muy, muy interesante y revelador el artículo del Teleoperador: Twitteando con Álex de la Iglesia. Quizás el mundo sería culturalmente mejor si Álex de la Iglesia no escribiese su blog, pero yo pienso justamente lo contrario.
Aparte de todo esto, para dar lecciones sobre cultura y postularse como uno de sus máximos representantes, debería usted escribir más cuidadosamente. Las formas importan.
Por cierto, la libertad de expresión sí está, desde el principio, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
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