Texto en español Atún tun tún

Estoy leyendo Bailén, de Pérez Galdós. Se escribió en el último cuarto del siglo XIX.

Y en el capítulo XII dice esto:

En Córdoba reinaba gran impaciencia por la tardanza del ejército de Castaños. Entonces, como ahora y como siempre, los profanos en el arte de la guerra arreglaban fácilmente las cuestiones más arduas, charlando en cafés y en tertulias, y para ellos era muy fácil, como lo es hoy, organizar ejércitos, ganar batallas, sitiar plazas y coger prisionero a medio mundo. A los profanos se unían los bullangueros y voceadores que entonces ¡santo Dios!, pululaban tanto como en nuestros felices días, y entre aquéllos y éstos y el torpe vulgo, armaban tal algazara, que no sé cómo las Juntas y los generales podían resistirla.


Vaya usted a saber por qué, me acordé del Alakrana.

2 comentarios:

boronat dijo...

A mi me vino a la mente la selección española de fútbol (la guerra de hoy en día)

Sergio dijo...

El fútbol, la guerra, la economía y política de un país, el estacionamiento de turismos y furgonetas en los núcleos urbanos. Sí, en España siempre ha sido mayoría la gente que ganaría las guerras en dos patadas si las dirigieran ellos, haría el triplete con la plantilla del Sporting de Gijón, arreglaría España y, ya puestos, el mundo, aparcaría veinte mil vehículos a motor en una ciudad donde caben diez mil, y pon dos cacharros más, Mario, y esta ronda págola yo.

Decía Gerald Brenan en tiempos de Don Miguel Primo de Rivera que no comprendía cómo podía durar más de un par de días un dictador en España, si todo el mundo se le oponía en los cafés... Cierto es que la guerra es demasiado importante para dejarla en manos de los militares, la seguridad vial demasiado importante para dejarla en manos de la DGT ( aunque peor sería si la dirigiera solito el que en La Rioja no quiere que le digan con cuántas copas debe conducir ni quiere que conduzcan por él ), y el fútbol le importa demasiado a demasiada gente como para dejar el Sporting en las solas manos del gran Manolo Preciado... Pero como siempre les digo, Doctores..... Yo a los respetables ciudadanos que pueblan los chigres de este país les rogaría un poco de rigor, aunque tenga que pedírselo por San Antonio de Padua, llamado así porque nació en Lisboa.