Bestiario del humo / reflexiones en el aire
Hace algo más de dos años puse aquí mi primera "opinión o llocáa", según como se mire. Se refería a la nueva (e insuficiente) ley sobre el consumo de tabaco. Esa que algunos imbéciles llaman "ley antifumadores".
El fenómeno del tabaco es algo tan fascinante, tan curioso, que realmente da para escribir mucho. Y si uno tiene un blog es por esa manía de escribir. Así que parece un buen tema.
Pero por otra parte maldita la gana que tengo de hacerme mala sangre sobre algo que ya ocupa un porcentaje suficientemente alto de mi cabreo diario. No, no pretendo dedicarme a la invectiva o la diatriba, ni desahogarme vociferando, por mucho que se lleve en estos últimos tiempos montar el pollo (incluso montar pollos preparados a mayor gloria de las cifras de audiencia).
El desafío que me planteo es escribir sobre el tabaco con toda serenidad y asepsia. He pensado abrir dos series de artículos.
Bestiario del humo. Bestiario: En la literatura medieval, colección de relatos, descripciones e imágenes de animales reales o fantásticos, según la RAE. Pretendo hacer un ejercicio descriptivo, puramente descriptivo si puedo, sobre diversos aspectos de esa faceta tan peculiar de nuestra civilización que es el consumo de tabaco; con la misma ingenuidad, o extrañeza, o curiosidad, o minuciosidad con que uno se acercaría, precisamente, a un animal mitológico. A todo se acostumbra uno, pero siempre se puede intentar acercarse de nuevo, como un extraterrestre, a eso que ya conoce, y mirarlo con ojos sorprendidos. Un bestiario moderno puede ser el de la Academia de Chimpancés. Yo no pretendo hacer eso, pero sí aportar mi punto de vista a cosas que parece que sólo admiten uno, que nos han enseñado las películas y la propaganda. No se trata, tampoco, de hacer sátira ni monólogos humorísticos. Ya veremos lo que sale.
Reflexiones en el aire. El bestiario es (pretende ser) descriptivo. Las reflexiones son opiniones. Pero estas están en el aire por varias razones. Una, porque desde el aire (no desde el humo) las escribiré. Otra, porque pueden cambiar, ante nuevos argumentos. Otra, porque seguramente no sirven para nada de puro livianas. También me gustaría que no se convirtieran en un desahogo ni nada parecido. Me gustaría poder explicarme a mí mismo lo que pienso y por qué lo pienso. Pero de manera fría y racional. Descriptiva, también.
Pues eso. Ya veremos lo que sale. Pero pienso empezar con una reflexión: mi apoyo entusiasta al derecho de los fumadores a fumar.
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