Alonso y Hamilton
Después de ver la carrera de ayer puedo sacar algunas conclusiones, incluso sin saber mucho de automovilismo ni F1.
Hamilton es bueno, no hay que negarlo, pero esos monoplazas tienen un espacio muy reducido, y... no llevan retrete, no están pensados para hacerse caquita dentro. Si lo haces, la dirección patina, el coche cabecea, se sale de la pista, las ruedecitas echan humo... En fin, todo eso que le vimos hacer ayer al valeroso y hábil piloto inglés. Como el Bailando bajo la lluvia le salió bien detrás del coche de seguridad aquel, no se le ocurrió otra cosa que hacer lo mismo a la salida. Y no, hombre, no. Cada cosa a su tiempo.
Si has nacido con una flor en el culo (porque el tío, en un deporte que casi nunca perdona una desviación de milímetros, tuvo chorra incluso ayer, dos veces), y llegas a una carrera en la que te vale casi ir en punto muerto, y aun así pierdes... chico, esto por ahora te viene grande. Dudo mucho que a Alonso se le hubiera escapado ese título.
Bueno, sí se le hubiera escapado, porque el coche que llevaba daban ganas de empujarlo. Está claro que no andaba ni cuesta abajo. El porqué, no lo sé.
Esto que ha ocurrido con McLaren es consecuencia lógica en un deporte cuyo planteamiento no tiene ningún sentido. La corrupción de dinero y politiqueo es inherente al deporte profesional, individual o de equipo. Pero este, que ni se sabe si es individual o de equipo, es inviable (digo, deportivamente hablando) de nacimiento, máxime cuando el piloto depende tantísimo de terceros que pueden armársela. Esa contradicción no se puede solucionar.
Es como si en un partido de baloncesto los miembros de un equipo pudiesen buscar resultados distintos. La lumbrera que lo ha pensado ha estado al mismo nivel de brillantez que el director de McLaren. Menuda visión de la jugada. Supongo que quería una estatua en Trafalgar Square, abrazadito a Nelson en lo alto de la columna, pero me parece que se la van a poner en Italia. Podría tener a un campeón del mundo que se lo llevaba de calle, a un segundo piloto muy prometedor que estaría encantado con un debut como ese, y lo que tiene es a Ferrari campeón de todo. Excelente gestión de recursos humanos, Ron.
Creo que los libros que hablan sobre trabajo en equipo necesitaban imperiosamente un ejemplo para contrarrestar el del mítico Black Team de IBM. Ahora el otro lado de la balanza ya tiene nombre. "En la temporada de Fórmula 1 de 2007, el equipo McLaren dirigido por Ron Dennis contaba con el anterior campeón del mundo, que había destronado a Michael Schumacher, y con un prometedor piloto inglés. Lo tenía todo para triunfar, quizás incluso durante varias temporadas consecutivas..."
2 comentarios:
No tienes ni idea de lo que la realidad esconde. Puedes ver la "otra verdad" del asunto en el sesudo análisis que se hace de este tema en mi blog. Sí, por fin he escrito algo!!!
Ah, cabrito, cambiaste cosas y por eso se despistó mi lector RSS.
Interesante teoría la tuya, a fe mía. Se te olvió poner el enlace a tu blog...
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