No podemos conducir por ti
Atribuían hoy en algunos periódicos y blogs ciertas declaraciones a nuestro nunca suficientemente ponderado expresidente Aznar. Al final, la información de los blogs se basaba en la de los periódicos, así que no le di demasiado crédito.
Hasta que he podido ver los vídeos y juzgar por mí mismo.
La Moncloa está llena de naftalina, eso está claro. Cantidades ingentes. Porque cuando sus inquilinos abandonan ese influjo benefactor, parece que se apolillan a una velocidad pasmosa. Y no es que mientras ejercen de presidentes la cosa sea como para tirar cohetes, no. Pero es que cuando son expresidentes debería ser muy fácil mejorar su imagen; por no tener, ya no tienes ni que ir por el congreso, aunque seas diputado y te paguen por hacerlo, porque la seño no pasa lista. Pero no sé... Quizás eso de que la oposición esté despellejando a tu sucesor (es decir, haciendo el trabajo que a ti te gustaría hacer) los quema mucho y no soportan estar ociosos, y por eso no dejan de sorprendernos. Bueno, no es cierto. A mí, por lo menos, FG y JMA ya no me sorprenden nada.
Que un expresidente del Gobierno de un Estado raje contra prohibiciones relacionadas con la seguridad vial, que además estaban plenamente vigentes bajo su propio mandato, da mucho que pensar. Hombre, yo entiendo que en ciertos entornos uno está acostumbrado a hacer lo que le dé la gana y que nadie le tosa. Pero si uno es, por definición, político, y ha sido el mandamás de un partido presuntamente democrático, y ha ejercido una de las más altas responsabilidades del Estado, y sigue viviendo de eso, y además cree ser un experto en teoría política, da la impresión de que debería tener ciertas nociones mínimas sobre lo que significa (esto de lo que significa se lo dedico, que seguro que le encantaría) legislar, ordenar la convivencia y vivir en comunidad con otros ciudadanos. Pero no, él prefiere comportarse como si fuera (y lo digo RAE en mano) simplemente un demagogo y un lameculos de muy dudoso ingenio y peor gusto.
Mis convicciones morales me impiden desear que bajo ninguna circunstancia se produzca ningún accidente de tráfico. Así que no lo deseo. Deseo de todo corazón no saber nunca qué declaraciones haría al respecto si un conductor borracho, un ciudadano libre y muy neocon de esos que piensan por sí mismos, atravesara una mala noche como un misil el coche en el que viajasen algunos miembros de la familia Aznar / Botella.
A lo mejor le asaltaría un pequeño pensamiento hacia esas víctimas que él, al parecer, aprecia tanto. Esas que, mientras alimentaban a algún hijo parapléjico, han tenido que oír en la radio sus gilipolleces.
Ah, no, que las víctimas a las que él quiere respetar son otras.
Expresidente, aquí espero sentado sus disculpas, deseando ponerle un puntito. Tiene una ocasión de oro para hacer la primera rectificación de su vida.
1 comentario:
«Pero es que cuando son expresidentes debería ser muy fácil mejorar su imagen;»
Precisamente cuando son expresidentes ya no les preocupa su imagen y pueden ser tan reprobables o dignos como son personalmente.
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