El equilibrio falso
Buscar el empate.
Por sí mismo, no es tan malo. De hecho, muchas cosas sólo se pueden solucionar por empate, y muchas partidas sólo pueden acabar en tablas.
Pero a veces la táctica del empate es errónea, patética, o inmoral.
Estudiar para sacar un cinco, lo mismo que jugar para empatar, es simplemente un error. Con frecuencia acaba mal.
La cosa se vuelve patética, o inmoral, cuando uno, para no admitir algo, busca equilibrios donde no los hay. Por buscar ese equilibrio imposible, algunos sabios de la Antigüedad hicieron nuestro propio planeta equivalente en importancia al resto del universo, y ese error lo hemos pagado durante siglos. En ignorancia y en vidas. Pero resulta que no. Nuestro planeta es insignificante, y el universo es enorme.
También buscan un empate imposible quienes opinan que cinco años de democracia laica son tan malos como (y merecedores de) tres de guerra civil y treinta y seis de dictadura militar católica. O quienes quieren hacernos ver que están empatados un tipo con capucha que dispara una pistola y un concejal indefenso que aporta la nuca y la sangre. O quienes intentan demostrar que fumar y no fumar son dos opciones equivalentes, algo así como los polos de un imán, que se rotulan como norte y sur por convenio.
Hoy, tantos años después de la invención del método científico, seguimos viendo que algunos pretenden que el creacionismo y el evolucionismo están, cuando menos, empatados, y que en las escuelas hay que enseñar ambos en pie de igualdad. Y que la medicina "oficial" (sic) y la "alternativa" (sic) están empatadas, igual que los medicamentos "de la industria farmacéutica" y los "medicamentos homeopáticos".
Y resulta que no es así. Hasta los polos de un imán se pueden distinguir. Claro que hay empates, claro que la mayoría de las cosas tienen muchos matices, que no hay que ser simplista, no hay que ser maniqueo, casi nada es puramente blanco o negro. Pero eso no vale para decir, siempre, en todos los casos, que todo tiene el mismo tono de gris. Porque cuando reunimos argumentos, y contamos y sopesamos, a veces no todo es del mismo gris.
Y eso pasa también con las televisiones. Con todo lo que se pueda decir, la televisión pública (la 1, la 2) actual es muy, muy diferente de la de hace unos años. Hay quienes se empeñan en pintar un empate donde no lo hay. Ana Pastor, Lorenzo Milá y Pepa Bueno no son, no, no son, Ernesto Sáenz de Buruaga, Alfredo Urdaci ni Carlos Dávila.
Y resulta que CNN+ va a cerrar, y debería ser una mala noticia para todos.
CNN+ no es perfecta. Tiene dueños. Está aquejada de los mismos males que aquejan a todo el periodismo, y no es perfectamente objetiva, no es perfectamente neutral; y sí, las noticias empresariales del grupo PRISA que no importan a casi nadie suelen salir como si lo hicieran, y si PRISA tiene un contencioso con alguien, lo contarán de modo que parezca que PRISA tiene razón. Vale. Lo que pasa es que dos enfermos de la misma enfermedad no necesariamente están igual de enfermos.
Si me pusiera a echar pestes de CNN+ tendría para un rato, pero CNN+ es un canal de noticias muy digno, por comparación con la media. Está a años luz de otros. Está a años luz de los informativos de Telecinco, por varias sangrientas y truculentas razones. Y está a años luz de Telemadrid o Intereconomía, por otras razones. Lo que hemos visto en esos canales es impensable en CNN+, y viceversa; y no, no se trata de una diferencia de color de camiseta entre dos equipos empatados. Los debates de CNN+ a veces parecen una reunión de amiguetes que están de acuerdo en casi todo, sí; pero se dedican a hacer comentarios, y no a escupir flemas ni a encender hogueras. Los redactores de CNN+ rara vez usan el pestilente recurso de colar interpretaciones como "X dice ahora que...", por ejemplo. Iñaki Gabilondo no es perfecto, no es un mecanismo de relojería, pero es tan correcto, respetuoso y neutral como se le puede pedir a una persona sensata.
CNN+ cierra, y todos deberíamos sentirlo. Porque no es que desaparezca la voz de un amo o una camiseta de un color. Es que desaparece un canal de noticias. Y eso es de una naturaleza tan distinta de lo que se hace en otros canales como distinto es el tipo de la capucha del concejal. Y no, no eran distintos porque estuvieran empatados. Porque no lo estaban.
2 comentarios:
Este es un comentario off-topic, pero ahí va: no es estudiar para sacar un 5, ojalá se pudiese ser tan fino! es estudiar para sacar *al menos* un 5, que no es lo mismo!
Me temo que muchos estudiantes que he conocido no tienen tu buen criterio en esa cuestión :-) Estudian (o hacen la práctica) para el 5. Sí, sí: 5.
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