Labordeta
Uno no está en posición de juzgar a otras personas. Y menos a personas a las que no conoce mucho personalmente.
Pero, al menos por lo que pude conocer de él, si tuvera que tener una opinión, diría que se ha ido una gran persona.
Tengo la sensación de que ha sido un político decente. Alguien que no estaba allí para trincar. La verdad es que no me explico cómo llegó a ese sitio. Era un político que no era un político, sino un don nadie. Que es lo que deberían ser todos los políticos: gente. Gente sensible y con bagaje, nada más. Pensando en el tipo de habilidades que hacen falta para defenderse en esa... profesión, parece milagroso que Labordeta llegase a hablar allí.
En fin. No andamos sobrados de gente así, y ya nos queda uno menos.
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