Chile y Honduras, la esperanza
Grandes alegrías deportivas me estoy llevando. San Emeterio metió un tiro libre que dio la liga ACB al Vitoria y la selección española de fútbol perdió contra la suiza.
Espero que Honduras y Chile no me fallen y manden a la selección a casita.
Porque soy un patriota y quiero a mi país.
Por una parte, me gustaría que España ganara el mundial. ¿Motivos? Vicente del Bosque, por ejemplo. Es una persona decente. Si un tipo como Aragonés merece ganar la Eurocopa, Del Bosque merecería ganar el mundial con media docena de equipos distintos.
O algunos jugadores, o quizá todos. Sé que para ellos es importante, y me alegraría de que les pasaran cosas buenas. Pero... también hay motivos en contra.
¿Quiero que paguemos a los jugadores una prima absolutamente inmoral? No.
¿Quiero que Telecinco rentabilice sus inversiones, que obtenga premio una cadena como esa por un trabajo como el que hace aprovechándose de NUESTRO espacio radioeléctrico? No.
¿Quiero que tengan aún más bombo y platillo un hatajo de comentaristas deportivos, presuntos periodistas, que no son más que hooligans partidistas, chulos y maleducados de la peor especie? No.
¿Quiero dar vuelos a una presunta periodista que sabe que se le hace caso por su cara (presuntamente) bonita y, sobre todo, por ser la novia del portero, y sin embargo no ha visto ningún conflicto de intereses ni ha tenido empacho en ir allí a hacer de florero y a convertirse en parte de la noticia, a generar la noticia? No.
¿Quiero premiar a toda la gente absurda que anda, antes de que el equipo vaya allí siquiera, con la prepotencia ridícula y patética de que este equipo es el mejor del mundo sin ninguna duda y todas esas monsergas? No.
¿Quiero que los descerebrados de siempre se sientan con derecho a estropear todo, hacer ruido, emborracharse y tomar la calle porque su equipo ha ganado un partido? No.
¿Quiero soportar durante meses y meses el trompeteo, la épica estúpida, la glorificación de algo que no es más que un hecho deportivo fruto del azar? ¿Quiero que estén todo el día, hasta la náusea, hablando de ello en todos los medios de comunicación, y diciendo esa horterada insufrible de la roja, y sacando conclusiones políticas de un maldito juego de pelota y enseñando siluetas de toro? No.
Así que espero que la selección española vuelva pronto a casa. Lo siento por del Bosque, lo siento por los jugadores. Por nadie más.
9 comentarios:
¡Que verdades!¡Como templos!
La verdad es que cuando leí en mi Feevy el título de tu "post" pensé que era otra cosa. Que te referías a la esperanza basada en la dignidad, el esfuerzo, la colaboración colectiva, y las iniciativas originales y potentes que no pocos chilenos han puesto en marcha desde el terremoto y que deberían ser un ejemplo a seguir; milagros cooperativos de gente que sale adelante con su esfuerzo, buen hacer y, más que nada, mucho corazón, tras la desgracia, de doble filo, porque a veces nos fuerza a reinventarnos y salir mejor de lo que estábamos, de perderlo todo en el terremoto. De análogos casos en Centroamérica tras el Mitch....
No obstante, leído el post, comparto también lo que dices. Saludos.
Es lo que tiene la épica deportiva: todo son exageraciones, todo es mentira. Y mi título también... aunque supuse que al poner juntos a Chile y a Honduras se notaría más la cosa. No pretendía ser amarillo :-)
Sí, sí.... Eso dicen también Pedro J. y el News of the world ;) Feliz verano, buena vida :)
A Francia ya la mandaron para casa, y flipé con lo que dijeron en el telediario: que si se había convertido en una cuestión de estado, que si el país entero estaba decepcionado, que habría que tomar importantes medidas para resolver la situación...
Alguien me dijo una vez que no perdiera nunca la capacidad de sorprenderme. Y no lo hago, porque a mí estas cosas me dejan a cuadros. Definitivamente, España necesita perder, porque si gana sí que se va a convertir en una cuestión de estado, y a ver quién los aguanta.
Bueno, en el caso de Francia yo creo que es más bien porque parece ser que ha habido una movida tremenda entre los jugadores y el entrenador, con expulsión y "huelga" de jugadores incluida, malos modales, insultos y cosas así. No ha sido sólo una cuestión de ganar o perder un partido, sino que Francia ha dado una imagen absolutamente lamentable por esas historias fuera del campo.
Pero vamos, que estoy de acuerdo... ¡Ánimo, Chile! :-)
Mala suerte, chico.
España se ha quedado hasta el final, y no sólo eso, sino que la ha ganado.
Ahora mismo el rey, Zapatero y compañía han parado el país para agasajar a "la roja", dando razones a casi todo lo que escribiste.
Yo, por mi parte, aunque pueda hacer míos muchos de tus argumentos, le doy la vuelta a tu último párrafo: me alegro por Del Bosque y por los jugadores, tan alejados de otras "estrellas" que marcan abdominales y estrellan coches caros. A pesar de que su triunfo conlleve todos esos males que citas, se lo merecen (entre ellos el novio de la presunta periodista, que no sé si será guapa o no, pero que tampoco es cosa mía; a quien tiene que gustar es a Iker).
Guti, ya sabía yo que no tenía que entrar a tu blog porque me sacas de mis casillas :-)
Si lo que quieres es provocar, lo consigues ampliamente.
Pero, entrando al trapo debo decir que me parece muy egoista por tu parte querer que España sea eliminada del mundial. ¿ Acaso no quieres ver feliz a tanta gente que te rodea y que tienes muy cerca ? Te puedo dar una ámplia lista de nombres de gente que aprecias que ha sido muy feliz gracias a las victorias de la selección. Sólo por ellos ya merece la pena querer que España gane el mundial. Y lo ha ganado, por cierto.
Bueno, ya lo discutiremos un día de estos en una terraza con una cerveza en la mano... (yo)
Bueno, no veo por qué es tan egoísta. Es una cuarentamillonésima de opinión.
Me parece muy egoísta querer que gane España, con lo felices que podrían ser un montón de holandeses que también tienen papás y mamás y sufren como nosotros... De hecho, es menos egoísta desear que ganen ellos.
La cosa es que ganar esa competición no es tan trascendente como mucha gente piensa.
Pero lo dicho: me alegro por Del Bosque y muchos otros, esa es la verdad.
Publicar un comentario