Preparándose para lo peor
Un sábado, a media tarde, me despido de mis cuñados, que toman un avión porque se vuelven a Barcelona con su hijo de dos años.
Dos o tres horas después empieza el telediario de La Sexta, mientras nos preparamos para cenar. Y abren, si mal no recuerdo, con esta noticia.
"Un Airbus y un aeroplano colisionan en el aeropuerto de El Prat". Ay, madre.
La voz sigue dando detalles del accidente: "más de quinientos efectivos [sic] de emergencia trabajan al límite para socorrer a los heridos". Se ve gente corriendo, caos. Se ve un avión en una nube de humo; el fuselaje no se ve roto, pero quizás haya habido un incendio. Sobreimpresionado a la imagen, el rótulo es "PREPARÁNDOSE PARA LO PEOR". Vamos, que aún no han empezado a sacar muertos de ahí (quizás no han podido ni acercarse), pero la cosa se presenta muy negra. Todos nos quedamos helados, levantamos la cabeza. "¿Dónde, dónde han dicho?" "En el Prat." "Ay, madre, no les habrá pasado nada a estos, ¿no?" Yo intento tranquilizar y busco un argumento: "Su vuelo no puede ser, porque las imágenes son de día, y ellos tienen que haber llegado ya de noche". Pero quién sabe... y además, saber que no es su vuelo sería un alivio, pero sólo en parte. Habrá sido el vuelo de alguien, de todos modos.
Y después de tensos segundos hablando en esos términos, dicen que es un simulacro que han hecho. Algo parecido a esto, aunque no es exactamente lo que vimos, pero ya da una idea.
Presentar unos hechos como si fueran otros, para luego pillarte desprevenido y sorprenderte con el desenlace es algo lícito en algunos casos. Generalmente, se usa esto en obras de ficción. Yo a veces voy al cine para que me engañen, me hagan creer lo que no es, y luego me sorprendan descubriéndome la verdad que habían escondido de manera ingeniosa; y el resultado es excelente si realmente no puedo decir que me hayan mentido en ningún detalle del planteamiento.
Sin embargo, ¿veo los informativos para que me engañen, me hagan creer que lo que no es, y luego me sorprendan descubriéndome la verdad que habían escondido de manera ingeniosa? ¿Acaso es el telediario una puta película de Alfred Hitchcock?
¿Hay alguna razón que se me escapa para que la locutora no hablara desde el principio de un simulacro, y el titular de la pantalla no fuera "SIMULACRO EN EL PRAT"? ¿Debo pensar que la escenita de suspense les ha salido sin querer?
Por decoro no reproduciré aquí lo que dijimos todos a coro de la Sexta, su telediario, su presentadora y la maldita gracia que tienen. Sólo diré que si lo han hecho aposta es impresentable, y si lo han hecho sin darse cuenta es impresentable.
4 comentarios:
¡Es increíble macho!
Si es a mí me da un soponcio, con lo que me gustan los aviones...
Impresentable y de muy mal gusto,como poco...ya les vale...¿qué van de graciosinos o qué?
p.s ya tengo saxo pal Sophisticated Lady......
:)
Por cierto...pásate a leer el último post-debat de joako67blog,el enlace está en lo mío...habla del alakrana,creo que puedes opinar mejor que yo.
(Joako es genial,es otro super sabio,como tú ;)
Ifff you please,I mean.
Sophisticated Lady con saxo... Pues no molaría ni nada :-)
Esa la estudié yo con Marquitos, aunque como siempre queda pendiente el tema del tono... Pero ya sabes, asusórdenesmiteniente.
Ya me pasé por el blog de Joako (¡interesante!, y ya no me resistí a soltar mi chapa, aunque no por todo eso que dices tú de la sapiencia ni ná (tienes que dejar las drogas), sino por incontinencia verbal, que se llama.
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