Texto en español La economía, estúpida

Por supuesto que cualquier tema se complica si uno empieza a rascar y lo estudia a fondo. Normalmente se complica mucho, pero cuando ya lo domina de verdad y llega a las últimas consecuencias, acaba alcanzando el núcleo del asunto, que -sorpresa- es hermosamente simple. Creo que eso pasa con cualquier disciplina científica. Y esa simplicidad se puede hacer aflorar para los no iniciados. Todos (excepto cuando nos dejamos llevar por la fe o por nuestras propias apetencias) somos científicos, y todos tenemos las armas fundamentales para entender el mundo, si queremos y si se nos ofrece una explicación resumida, simplificada a nuestra medida pero válida.

Excepto para la economía.

Un ciudadano cualquiera, si se le explica adecuadamente, puede entender la estructura del sistema solar, los fenómenos radiactivos, el funcionamiento de un ordenador, la refracción de la luz, la mitosis, la historia de la escritura, la armonía musical, la poesía de Homero. Todo eso admite descripciones resumidas y coherentes, comprensibles. Pero la economía no.


  • Todos sabemos que cuando los precios suben mucho y la moneda se deprecia, eso se llama inflación y es malo. Pero si los precios bajan, es aún peor. Si se mantienen, seguro que también es malo.

  • Si no consumimos, y nos guardamos la pasta en el bolsillo, la economía se escogorcia. Eso no puede ser. Pero si no ahorramos, también es nefasto. Hay que ahorrar. Y consumir alegremente. Pero ahorrando.

  • Claro, si consumir es bueno, y más aún, si hay que consumir y ahorrar, sería bueno que los ciudadanos cobrasen más; podrían gastar más y también ahorrar. Pero no; recordemos la inflación. Así que tenemos que ganar poco. Pero gastar. Ahorrando, claro.

  • Aunque no cobremos mucho, podemos gastar igualmente, a base de endeudarnos. Pero endeudarnos mucho es malo, y de hecho el banco que conceda mucho crédito puede entrar en problemas serios y hundirse. Así que es bueno que nos endeudemos, pero que paguemos la deuda. Ah, no... Si uno se endeuda, y luego ve que puede ir liquidando la deuda antes de tiempo, puede pensar que en el banco lo recibirán con los brazos abiertos porque vas a darles una buena noticia. Nada más lejos de la realidad; te pondrán mala cara y te penalizarán. Quieren que estés endeudado mucho tiempo. Así que hay que endeudarse, pero no hay que endeudarse, pero sí.

  • Si no somos muy productivos, esto es, si en cada minuto de trabajo no producimos mucho, nuestra economía no será competitiva, los precios de lo que fabriquemos (ejem) serán más altos que los de otros países más productivos. Pero si somos ultraproductivos, pueden pasar varias cosas. Una, que entremos en una crisis de superproducción (y hay precedentes), lo que puede hundir precios y economías. Otra, que indudablemente las empresas necesitarán menos gente para hacer lo mismo que antes, con lo que seguramente (digo yo) habrá más paro. Así que debemos ser productivos. Pero no, pero sí.

  • Si el dólar sube, chungo, porque entonces nos sale carísimo comprar cosas fuera. Si el dólar baja, chungo, porque nos cuesta muchísimo vender cosas fuera.



La conclusión es sencilla:

Pase lo que pase, date por jodido. Eres un rehén, te guste o no.

Evidentemente, en todas las disciplinas hay variables que no deben llegar a los extremos. Pero no he visto ninguna como la economía. No se trata de mantener la variable en unos márgenes admisibles; aquí simplemente hay leyes totalmente contradictorias. ¿A qué puede deberse esto?

Claro que mis dificultades con la ciencia económica provienen en gran parte de mi falta de conocimientos (¡enciclopédica!) en la materia. Pero tengo la sensación de que no es sólo eso. Estoy convencido de que el sistema económico actual no se sostiene, no tiene una estructura lógica, y por eso no encaja con la lógica. Creo que sólo se mantiene como una huida hacia adelante, como alguien que no se ha caído porque avanza a trompicones, trastabillando; en realidad hace mucho que ha perdido totalmente el equilibrio aunque disimule fingiendo que camina así. Nuestra confianza en los agentes económicos viene a ser la actitud del ingenuo al que le dicen "sujeta aquí un momento, que ahora vuelvo", pero ese momento es para siempre. Cuando te das cuenta de que no puedes sujetar, el que te endilgó el problema ya se ha fugado a las Bahamas hace mucho. Es una engañifa termodinámica, y no puede acabar bien.

Todo esto podría mantenerse si la fuente última fuese la energía solar y lo que esta puede producir; en última instancia, eso es lo que mueve el mundo de manera sostenible (la biosfera no es más que una placa solar muy sofisticada). Pero nuestra economía funciona, claramente, en un régimen insostenible; el capitalismo se basa en el "yo" y en el "ya", sin más planteamientos de futuro. Lo que es rentable para mí aquí y ahora se hace, y lo que no, pues no. Por eso estamos consumiendo y desechando recursos irreemplazables a toda velocidad. Y mi preocupación al respecto no es (solo) una cuestión de sensibilidad ecológica con los animalitos y las plantas; creo que es matemática pura.

Primero: todo el sistema se basa en el axioma de que hay que crecer indefinidamente, lo cual evidentemente no puede ser (salvo en un mundo infinito). Segundo: también se basa en que tu oportunidad de sobrevivir es ganar, compitiendo, al de al lado, pero en una economía global todos somos el de al lado, con lo que es absolutamente imposible que sobrevivamos todos (y además... ¡creciendo!). Tercero: el Sol no puede generar petróleo (salvo en un plazo de millones de años), ni elementos químicos, ni sitio; así que toda civilización que no se base en el reciclaje masivo y permanente, en mantenerse con eficiencia creciente (y no en crecer con eficiencia menguante) tiene los días contados.

La economía -esta economía- no puede funcionar indefinidamente, y por eso todas las contradicciones: nos venden como estado ideal de las cosas lo que en realidad es un régimen puramente transitorio. Y nos culpan cuando no somos capaces de hacer funcionar este engendro, como si fuéramos malos jugadores. Pero lo cierto es que no puede funcionar, y que ningún juego aceptable tiene reglas contradictorias, en virtud de las cuales no puedas ganar ni empatar.

6 comentarios:

loki dijo...

Pues nada, que en los últimos posts te veo muy por el camino de que te leas Cradle to Cradle y sueñes con que otro mundo es posible.

Yo creo que somos medio vecinos, así que incluso puedo dejártelo.

Sergio dijo...

Hmmmm... No miré al pasar a la altura de tu casa cuánto había recorrido hoy al subir de la mía a San Francisco, pero yo creo que podemos considerarnos "casi" vecinos :-P

En todo caso, independientemente de tus coordenadas geográficas, basta que tengas una conexión a Internés, que me da que sí, porque lo de tener un blog sin tener alguna vez acceso a una ya es cuestión de conseguir mover electrones de fuera del cráneo y de tu sistema nervioso con la mente y creo que hasta ahí aún no llegas :-)))))

Vale, me dejo de chistes sin gracia y voy al grano: a ver si este finde consigo terminar de traducir el manifiesto por el decrecimiento feliz de Maurizio Pallante y quien se reunió con él para elaborarlo y colgarlo en "dondesergio". Creo que encaja en una cierta medida y/o parte con este post.

Sergio dijo...

http://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_del_ahorro

Niña hechicera dijo...

Yo ganaba la mitad que ahora, hace siete años, viajaba dos veces al año,avión mediante, y tenía los dos mismo trabajos que ahora y aún tenía tiempo pa salir de cena casi todos los fines de semana y comprar cds a tutiplén y libros y mariconaes de les que gasto que si en crema que si en depilarme que si en las rebajas,o no.
Hoy dia gano más del doble, trabajo el triple-en los dos mismos curres-no tengo tiempo ni pa
encargar otru neñu (ni pa intentalo,vaya)me tiño el pelo en casa y compro la crema antiarrugas en el supermercado cual marujis comunis....
¿Le echamos la culpa al euro? veeenga,va,va ser verdá.
Que si,Guti,que ,como siempre,tienes razón,aunque la economía desgraciadamente no se entienda bien con lo económico.
Esta ye la putada de ser españolitos de a pié,my dear.

Sergio dijo...

La verdad, Rose, que a mí me importa muy poco si los billetes que llevo en el bolsillo están nominados en euros o en pesetas. Sí me importa que cada vez noto más claramente que el aumento de los salarios, incluso el aumento de los llamados salarios reales, no necesariamente va ligado al aumento de la capacidad de compra. Creo que hay muchas metodologías que revisar: el PIB, el IPC, .... que , por cierto, ya han sido revisadas en la última década, y mejoradas.... pero creo que hemos mejorado un poco algunas metodologías que requerirían ser mejoradas muchíiiiiisimo. Porque creo que somos una mayoría abrumadora los españoles que estamos percibiendo en este siglo XXI, que amenaza con ser tan problemático y febril como el XX de Enrique Santos diScepolo, que cada vez nuestro dinero nos permite comprar menos cosas, aunque los datos del INE y EuroStat pudiesen inducirnos a creer otra cosa. Saludinos.

miguel dijo...

muy interesate que hayas tratado sobre temas del co2,pero creo que tambien deberia profundizar sobre como solucionar este problema.