Del visado como tema de ficción
Yo creí que todas las monsergas sobre el 11-M se acabarían con las elecciones de 2008 y con la crisis económica, y que los periódicos españoles se dedicarían a sus labores (es decir, la política) con otros argumentos. Creí que no volvería a salir el tema. Pero resulta que me equivocaba.
Primero, en El Mundo es noticia que un químico prestigiosísimo hace un informe de 500 páginas que echa abajo todo el juicio del 11-M y, como quien dice, la teoría heliocentrista, la evolución de las especies y la relatividad. Dicen que ese informe se ha depositado en el Colegio de Químicos para someterlo a revisión pública, contraste de pareceres y tal.
Luego se sabe que eso es básicamente mentira, que el informe no está disponible en ningún sitio, y la explicación llega cuando se sabe que en realidad lo que parecían noticias era mercadotecnia para vender un libro. Claro, los libros tienen 500 páginas; a un artículo científico le sobra con una docena (el libro en el que Einstein explica la relatividad especial y la general tiene 200 páginas).
Posteriormente, El Mundo dice que el Colegio de Químicos avala la solvencia del "Informe Iglesias". Me da pereza ponerme con el 11-M otra vez, pero hay cosas que me hinchan un poco las narices.
Lo que ha hecho el Colegio de Químicos es visar el informe. Y al igual que en su día tuvimos que ponernos a decir qué era un peritaje, a estas alturas tenemos que reflexionar sobre qué es un visado.
Un visado viene a ser un sello que el Colegio pone a un trabajo de un profesional. Y lo que demuestra el visado es que:
- El que firma el trabajo tiene la titulación, está colegiado.
- Que está al día de sus obligaciones básicas con el Colegio (pago de cuotas, por ejemplo), y no está inmerso en un procedimiento disciplinario.
- Que no consta que haya actuado con negligencia evidente.
- Que el informe o trabajo cumple las normas básicas de presentación y estructura que el Colegio establece.
Los servicios de visado suelen indicar, de manera muy explícita, que un visado no dice absolutamente nada sobre los contenidos del trabajo ni su calidad. Sólo su forma.
Es un procedimiento rutinario, que sirve para verificar que el trabajo cumple unos mínimos formales exigibles y quien está detrás del mismo es, efectivamente, alguien legalmente capacitado. Nada más. Si yo llevo un churro de informe, pero es formalmente correcto, y no me han denunciado previamente por estafador y mentiroso, el Colegio lo acredita, sin ir más allá. No es poco, pero es lo que es.
Pero para un periodista de El Mundo, esa chorrada es suficiente para inventarse el resto y utilizar el nombre de una institución.
No tengo ganas de escribir más. Me asquea.
3 comentarios:
Nun hai mayor ciegu que'l que nun quier ver nin mayor crédulu que'l que quier creyer
Nun hai mayor ciegu que'l que nun quier ver nin mayor crédulu que'l que quier creyer
Y que lo digas. Eso que describes llámase fe :-) y nesti pais abúsase enforma d'ella. Úsase pa too, mesmo pa lo que nun ye necesaria.
Por cierto, que la voluntad evidente de lucrarse vendiendo un libro, debería encontrarse entre las pocas normas básicas que un Colegio Profesional serio estableciese como motivo de denegación de un visado, pero bueno..... Es lo que hay.... Menos mal que no hay Colegio de Ministros de Defensa del Reino, no vaya a ser que visase un libro escrito en Cartagena sobre la ejemplaridad del proceso de identificación de cadáveres del Yak-42.
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