Texto en español La bolsa y la vida

Como en este blog acostumbro a escribir las tonterías que se me pasan por la cabeza, y a quedar en evidencia, una vez más no importa. Voy a hablar de la bolsa.

Ante las recientes noticias de caídas (parece que si no se las llama desplomes eres un ignorante, y como soy exactamente eso, pues no las voy a llamar desplomes) del IBEX 35 y otros índices bursátiles, me surgen las siguientes reflexiones, que probablemente manifiestan que no entiendo casi nada. Quien quiera aclarármelo será bienvenido.

Primera: no simpatizo en absoluto con el mero hecho de ganar dinero. No lo considero índice de casi nada, excepto de la habilidad para ganar dinero. Y esa habilidad por sí misma no está relacionada en absoluto con otras cualidades que admiro: la bondad, la compasión, la simpatía, la colaboración. Si acaso, se relacionan más bien en sentido inverso. Siendo bueno se puede ganar dinero, pero difícilmente hacer una fortuna.

Segunda: pasando de las personas a las entidades, la cosa es aún peor. No valoro en absoluto las entidades que sólo generan dinero. No tienen mi admiración, ni mi respeto, ni me despiertan la inspiración o el deseo de iniciar un proyecto parecido. Alguien que produce algo valioso para la sociedad, y como resultado de ello gana dinero, está participando de un hecho más o menos justo. Alguien que no produce nada más que el dinero que gana, no. Por eso desprecio totalmente la economía especulativa, por mucho que los indicadores económicos asociados a ella puedan parecer positivos. A mi modo de ver, miden mal.

Tercera: tengo la idea, quizás errónea, de que la gente que invierte mucho en la bolsa es gente que tiene un dinero que le sobra y no tiene nada mejor que hacer con él, o bien gente que está dedicada exclusivamente a ganar dinero, no a trabajar (y para mí la noción de trabajo va siempre asociada a beneficiar en algo a los demás). No me preocupa en lo más mínimo que gente así se arruine. Casi lo deseo.

Hay otro tipo de personas que meten dinero en la bolsa. Hay muchos pequeños inversores, gente que efectivamente tiene un poco de dinero que le sobra, y quiere ganar lo más posible con él. En parte por una lógica y -hasta cierto punto- legítima optimización de sus recursos, y en parte arrastrados por esa idea de que el dinero es la medida de todas las cosas. Pero una vez más: creo que la gente que apenas llega a fin de mes, la gente cuya situación realmente me preocupa, no invierte en la bolsa. No tiene con qué.

Quien invierte en la bolsa asume riesgos. No me quita ni medio segundo de sueño que esos riesgos se materialicen, porque los perjudicados lo son en un patrimonio que al parecer no necesitaban imperiosamente. A mí, personalmente, me importa un bledo lo que pasa en la bolsa. Y a la mayoría de la gente de este país nuestro también.

Y me pone enfermo que intenten convencernos de que tenemos que apretarnos el cinturón, o sentirnos culpables o preocupados de cualquier otra manera, cuando se produce una crisis bursátil.

Es como si bajo a llamar a la puerta del vecino para implicarlo en lo que acaba de ocurrir en mi partida de Monopoly.

Sólo en 2006 hubo en España muchos más muertos en accidente laboral que todos los asesinados por ETA en toda su historia. Pero nuestros telediarios llevan una semana dando vueltas a lo que pasa con los ahorros de los especuladores y estudiando su psicología.

Francamente, no es asunto mío. Si lo es, algo está mal organizado aquí.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff, he tenido una "encedida" discusión con mi padre acerca de esto no hace mucho, y comparto el fondo de lo que expresas en tu artículo, pero a mi modo de ver hay ciertas omisiones de las que creo que no eres consciente y te voy a relatar (espero ser claro y conciso :P ):

-El espectro de gente que invierte en bolsa es mayor, es decir, te olvidas de gente que invierte en bolsa con la que quizás simpatices más. Ejemplos:
->Obrero de la construcción jubilado.
->Charcutero jubilado.
->Trabajador en un cubículo para IBM jubilado.
-> etc

Y creo que te olvidas de ellos porque viven un poco lejos: en Estados Unidos.

Allí, siendo breve, carecen de un sistema que les permita cotizar a la hacienda estatal a fin de que luego esta (entre otras cosas) cubra con su jubilación. Así que, bien por cuenta propia, bien como un plan de su empresa (generalmente es un plus que se mira muy mucho a la hora de elegir un contrato) "cotizan" a unas empresas privadas que les proporcionan cierta rentabilidad para el futuro. ¿Y de dónde sacan estas empresas la pasta? De la bolsa. Estas empresas son grupos de inversión y están tan extendidos como que gran parte de los máximos accionistas de muchas multinacionales son, en ultimo término, una comunidad agrícola de jubilados del sur de Arkansas.

-La bolsa es una mierda en la que nos bañamos todos.

Inviertas o no. Está en los créditos, en las hipotecas, en los precios de las viviendas y si sigues tirando del hilo está hasta el pan que compras. Así que, lo de la cobertura mediática me parece bien, me parece bien porque es muuuy importante (más que nos pese) otra cosa es que no nos guste como lo hacen, pero ese es otro tema.

Con estas dos puntualizaciones me gustaría que entendieras (y creo que queda claro) que dentro del mundo de las inversiones hay gente que se dedica a hacer su trabajo y esto proporciona un servicio y beneficio a otras personas igual,al menos, que de cualquier otro trabajador.

Alguien que carece de la ética necesaria para desempeñar su trabajo sin pensar nada más que su beneficio económico merece todo mi repudio, pero esa gente no es patrimonio exclusivo de la bolsa ni mucho menos. Desgraciadamente están en todos los sectores.

Mis dos céntimos.

Sergio dijo...

No te creas, Guti, creo que en cierta medida omites información en esta contribución tuya. Por un lado, todos estamos en bolsa de un modo u otro. El modo en que interactúan todos los agentes financieros es increíble: bancos, financieras, sociedades gestoras de planes de pensiones.... Coo bien comenta loki, por cierto, la jubilación de millones de estadounidenses depende en gran medida de los niveles a que coticen los valores de renta variable en que invierten la mayoría de sus depósitos las sociedades (privadas!) de pensiones.

Por otro lado, existe, sin ir más lejos, en Oviedo, mucha clase media que en verano por vacaciones y en diciembre-enero por Navidades le queda su recibo de 30 euros de la comunidad impagado y sin embargo tienen un dinerito en acciones, me lo asegura una amiga profesional de un sector en el que sabe muy bien lo que se dice, y un amigo empleado de banca, que lo ven a diario en su puesto de trabajo.

Pero sobre todo, a mí me preocupa que estos índices etéreos, estas valoraciones que muchas veces se "desploman" ( lo siento, yo sí que soy un ignorante y tengo aún menos escrúpulos en declararme tal que tú, que lo dices pero tod@s sabemos que no lo eres - Dicen los americanos, que Guti es un ignorante, si Guti es un ignorante, que me apunten a la lista...- algo así... no rima pero cuela :-) )
por un nimio ataque de pavor de una mariposa que moviendo las alas arrastra a millones de compra-vendedores consigo, se traslada con facilidad pasmosa a la economía real. No me preguntes por qué. Yo he salido hoy a la calle y he visto, como siempre, que en mi barrio hay millones de trabajos por hacer , desde ayudar a personas con discapacidad a mejorar ciertos aspectos cotidianos del estado de nuestra urbe que a FCC y a todas sus escobas de oro no le importan. Y sin embargo no se hacen, porque no hay recursos para pagarlas ( otro día hablamos de la situación financiera del ayuntamiento de Oviedo).

El caso es que ya sabes cómo funciona la cosa: se DESPLOMA Telefónica, y en las semanas siguientes, miles de personas se van al paro, aunque haya que hacer el mismo trabajo que si el IBEX35 hubiese subido y aunque los teléfonos sigan funcionando.

A mí sí me preocupa la bolsa, será que soy un ignorante, o será que soy más cobarde en cuanto a mi empleabilidad que tú ( me sobran los motivos!!!! ).

Un saludo cordialísimo,

Sergio, como una chota y orgulloso de ello.

Lluis de Turiellos dijo...

Yo veo la bolsa como parte del engranaxe del sistema económicu onde tamos. Como ciudadanos lo único que podemos facer ye preocupanos y apurrir la nuestra migayina pa evitar qu'añere la corrupción y la incompetencia nesi engranaxe. Y tratar de correxilu pa que funcione en bien de la comunidá y mengüen les descomanaes desigualdaes que tenemos. Tratar de facer valer los derechos humanos dientro'l sistema.

Claro qu'otra opción ye buscar sistemes económicos alternativos. Como exemplu valga la esperiencia socialista de los llamaos países del este, o sistemes asemeyaos que tan tovía güei vixentes en dalgún país.

Un saludu.

darioa dijo...

Siempre me llamó la atención la "anti-intuitividad" de la bolsa. Concretamente la subida y bajada de las acciones.

Si una empresa es rentable, lo será independientemente del precio que tengan sus acciones (suban o bajen por las causas que sean). Teóricamente el precio refleja su rentabilidad, pero vistas estas variaciones de un día a otro, no es exactamente así.

También puede ser porque ahora la bolsa es especulativa. Se gana dinero comprando bajo y vendiendo alto. No es como originalmente, que se "invertía" en empresas rentables por los "dividendos".

En fin, que está claro que no es lo mío, el asunto cada vez es más complicado.

Por otro lado, parece que hay consenso que el "desplome" es de la economía bursátil, que es diferente de la economía real...

Guti dijo...

Loki: sí, efectivamente yo estaba pensando sólo en España. Lo de EEUU... Conozco poco ese país, pero de lo poco que conozco tendría para escribir y no parar...

Cierto que de hecho todos dependemos de la bolsa queramos o no. Pero lo que pretendo decir es que al final eso es un mero reflejo de que todos dependemos de los ricos. Por mi parte, si la bolsa se hunde no pienso "¿Que les ocurrirá a los pobrecicos ahorradores que han perdido dinero?", como pensé con el corralito financiero de Argentina o, incluso (sólo hasta cierto punto), con los estafados de Fórum y Afinsa. Con la bolsa pienso "¿Qué nos harán ahora estos cabrones con la excusa de que han perdido dinero?"

Respecto a los fondos de inversión, incluso yo he tenido dinero en fondos de inversión, pero de esos en los que no se gana un pijo, y que son así porque son conservadores y amarran buena parte de su inversión en valores fijos. Podía no ganar mucho (vamos, NO ganaba mucho), o incluso podía perder algo quizá, pero sí sabía que no me iba a arruinar.

Sergio: es cierto lo que apuntas. Pero el que tiene sin pagar la comunidad e invierte en bolsa no me preocupa. No siento ni un poquitín de pena.

Xanu: toi d'alcuerdu contigo, anque yo la opción d'ensayar un sistema económicu estremáu más bien nun la veo... :-) Pienso no que dices de la ética, de puxar pa que les coses se faigan bien, y la xente nun tea namás que a les perres rápides y el aquí y el agora. Ehí ye onde faigo por tar yo (con poco éxitu, claro, pero muchos granos d'arena faen montaña) anque nun seya namás que nun almirando nin valorando a los que se faen ricos con un pelotazu. Nun ye envidia, porque yo nun quiero eso pa mí; ye namás despreciu.

Darío: también coincido con lo que dices. Por eso me subleva que intenten convencerme de que una empresa vale lo que se paga en bolsa por ella. Eso es una falacia. La economía bursátil es simplemente la fotografía, en un momento dado, de un partido. La economía es algo (para mí) a bastante más largo plazo. Nunca creí en Terra, y ya sé que hubo gente que hizo millones con Terra, pero no dejaba de ser una engañifa, y ahí está hoy, en su sitio.

Sergio dijo...

Respecto a mucho de lo que dices en tu "post" resulta luminosa la canción de Fabrizio de André "Un médico". Perdón por colapsarte el blog con la longitud del comentario pero no me resisto a ponértela:

De niño quería curar los cerezos cuando rojos de fruto los creía heridos; la salud, para mí, los había abandonado con las flores de nieve que habían perdido.

Un sueño fue un sueño, si bien no duró poco, por lo que juré que me haría médico, y no por un dios, ni tampoco por juego: para que los cerezos volvieran a florecer.

Y cuando por fin fui doctor no quise traicionar al niño en nombre del hombre, y vinieron muchísimos, y se llamaban "gente", cerezos enfermos en todas las estaciones.

Y los colegas de acuerdo, los colegas contentos, al leer en mi corazón tantas ganas de amar, me enviaron lo más selecto de su clientela, con el diagnóstico en la cara, y el de todos era el mismo: enfermo de hambre, incapaz de pagar.

Y entonces entendí, fui obligado a entender, que ser médico no es más que un oficio, que la ciencia no se la puedes regalar a la gente si no quieres enfermar de idéntico mal. Si no quieres que el sistema te pille por hambre.

Y el sistema seguro es pillarte por hambre, en tus hijos y tu esposa que ya te desprecia, de modo que guardé en una botella aquellas flores de nieve. La etiqueta decía "elixir de juventud".

Y un juez, un juez con cara de hombre, me envió a deshojar las puestas de sol en prisión, inútil al mundo y a mis propios dedos, expulsado definitivamente, estafador, charlatán; doctor, profesor, estafador, charlatán.

Hiroshige dijo...

A mi me dan mucho asco estos temas y más aun el modo en que lo están tratando en los medios porque parece que quieren acojonar al personal y lo jodido es que lo consiguen... No sé muy bien cómo puede afectar esto directamente al ciudadano de a pie que ignora la bolsa y sus oscilaciones pero indirectamente seguro que acaba subiendo aun más si se puede el precio de las cosas. Y eso sí que ofende porque a este paso, a ver quien come...

Guti dijo...

Y eso sí que ofende porque a este paso, a ver quien come...

¿Comer? Vamos, hombre, déjate de pijaes. Aquí lo que nos tiene que preocupar es que Borjamari no pueda cambiar el Rolex...