La verdad
La Humanidad ha desarrollado, desde hace muchos siglos, mecanismos variados para perseguir la verdad. Unos son más válidos que otros. La mitología, la religión, la ciencia, la tortura, las ordalías, la instrucción sumarial.
El tiempo ha ido poniendo cada método más o menos en su sitio, aunque por desgracia algunos de ellos (la tortura, por ejemplo) aún no están en el que les corresponde. Sin embargo, está bastante bien establecido cuáles son los que se han revelado más eficaces. Y hay unas normas importantes (por más que desconocidas, al parecer).
El orden es importante. En ingeniería, por ejemplo, uno establece primero cuál es la solución deseada, y luego diseña un camino para llegar a ella. El camino está al servicio de la solución, de la meta que se pretende.
Pero si uno persigue la verdad no actúa así. No establece a priori cuál es la verdad, y luego se busca la manera de unir el punto A con el punto B, aunque sea por el camino más largo e intrincado. Lo que hace es avanzar cierto camino, dando pasos sujetos a la lógica y al raciocinio, y entonces puede que llegue a la verdad. Se encontrará lo que se encuentre.
Quien actúa de la primera manera, y no de la segunda, no busca la verdad. Está aplicando ingeniería de la verdad. "Ingeniería" en un sentido peyorativo, como en ingeniería financiera, o como el término "creativa" en contabilidad creativa.
¿Cómo construir ese camino hacia la verdad? No es sencillo (la humildad científica obliga a reconocerlo), no estamos seguros de que se puede alcanzar la verdad (y si no, que se lo digan a Gödel o a Turing o a Heisenberg). Pero en caso de poder alcanzarla, sí sabemos cómo será: dando pasos lógicos y rigurosos en ese camino. Será aplicando la navaja de Occam. Será ateniéndonos a la observación directa. Será elaborando juicios de forma válida: Barbara, Celarent, Darii, Ferio... Quizás aun así no lleguemos a la verdad, pero si nos importa un bledo la navaja de Occam, o la argumentación lógica, no llegaremos a la verdad. Eso sí que es seguro.
Qué lejos, pero qué lejos de todo esto está tanta gente que hoy en día dice buscar la verdad. Y los demás perdemos el tiempo escuchándolos, en vez de mandarlos de vuelta a la escuela.
3 comentarios:
La búsqueda de la verdad y la libertad está en boca de mucha gente. Están muy de moda y se utilizan mucho en realidad sin saber que significan o mejor dicho, por lo menos sin esforzarse en saber que pueden significar porque a mi me resultan bastante dificles y demasiado importantes como para encasillarlas en una definición. En realidad al final los dos términos acaban uniendose en Justicia.
No sé...a mi me parece bastante delicado el tema.
Pero... ¿nunca te preguntaste cuantas verdades pueden llegar a existir?
Yo creo que una verdad única es inexistente ya que sólo es válida en unas condiciones determinadas. En el momento en que una variable nueva entra en juego la verdad anteriormente determinada pasa a tambalearse y depender de nuevos criterios.
Sospecho que es otra utopía tal que la idea de justicia global ;-)
elhefe: ¡Y tanto que es delicado! Precisamente por eso cabe exigir que se haga de manera honrada. Como digo en el artículo, el rigor no garantiza que se llegue a la verdad, pero la falta de rigor garantiza que no se llegue.
Hiro, claro que puede haber muchas verdades. Pero eso ocurre en algunos aspectos de algunas preguntas. En otros, no tanto. Un tipo que dice que hay un elefante rosa que sólo ve él se considera que padece demencia.
Al describir cómo cambia la verdad cuando aparecen nuevas variables o condiciones, o al mencionar cómo la "justicia global" es inalcanzable, estás describiendo prácticamente a la perfección el método científico :-) Pero eso lo aprovechan algunos listos para dar por válida cualquier tontería que les interese. Y no. La verdad científica absoluta e inmutable no existe, no. Pero sí que hay cosas que para la Ciencia son mentira. No vale todo.
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