Rumanos raros
Estos rumanos son gente rara, pero en este caso sí, la cosa ya está arreglada. Nada como trabajar para la tele. A estos les pagan el billete de vuelta. Diez minutos antes de agarrar el mechero, era completamente imposible ayudarlos. Cosas de competencias, empadronamientos...
Este hombre sabía lo que se hacía. Ya lo decían Barbieri y Cadícamo en 1933:
El que tiene guita, lastra [come],
y el que no, se hace faquir.
Tener hambre no cuenta. Pero si nos das material para rellenar el telediario... la cosa cambia. Así que ya sabes lo que te queda, rumano. ¿Quieres que te ayudemos? Danos una excusa. Pero que sea buena, ¿eh?
Aunque de dejes la piel en el intento.
Literalmente.
No he podido evitar volver a pensar en ello, lo siento. En toda esta gente dándose un atracón de humanidad y empatía.
Despidiendo a Puerta. Foto: AP / Manuel Gómez
2 comentarios:
Somos hipócritas por naturaleza, no le des vueltas.
Pero lo que yo me pregunto es cómo llegó tan rápido la prensa para grabar todo el asunto y que se emitiera sin censura alguna en todos los medios de comunicación del país teniendo en cuenta que cualquier otra barbaridad similar hubiera sido cortada...
Sí, por una parte es raro que lo hayan sacado. Pero lo dicho, los telediarios ¿qué son, aparte de programas de zapping? Además, es una cuestión de competencia (o incompetencia, según se mire); si el más amarillo lo emite el primero, los demás no van a ser menos.
Publicar un comentario