Texto en español Democracia

A veces se juegan partidos con un pronóstico bastante probable. Cuando el Barcelona de baloncesto juega con el colista, por ejemplo. La diferencia es enorme, y se espera que el Barcelona le dé una paliza al otro equipo. Aun así, tienen que jugar, y cuando se habla del resultado se suelen poner condicionales, o se suele hablar de que "probablemente" el Barcelona sume esos puntos, o lo que se quiera.

Como estoy un poco harto del asunto, hace tiempo que procuro no escribir gran cosa sobre política. Pero observo con estupor que, desde hace ya tiempo, todo el mundo da por supuesto el resultado de las elecciones. No es que las encuestas muestren unas probabilidades, no es que parezca más o menos fácil acertar con el resultado. Es que simplemente se da por descontado, por absolutamente seguro, que las elecciones generales de noviembre son un trámite con un resultado conocido, que los ciudadanos no tienen nada que decidir porque ya está decidido por ellos, quizás a través de tanto periodista independiente. Se habla de cómo una tal Viri se comportará como mujer del presidente, de lo que hará el nuevo gobierno del partido X, y cosas así.

Es algo que me resulta estomagante. Pero no sólo porque mil veces las encuestas se hayan ido a hacer puñetas, no sólo porque el resultado pueda ser ese o no, o más cierto o más incierto. Sino porque en muchos casos representa una absoluta falta de humildad, y en todos los casos una absoluta falta de respeto. Respeto a los votantes, respeto a la democracia, respeto al acto de votar, al evento mismo de las elecciones, al recuento.

Pero bueno, supongo que hace ya mucho tiempo que, en la política española, pedir respeto, dignidad, o aunque sólo sea profesionalidad, es mucho pedir.

Sólo hay una cosa que sigue siendo plenamente cierta en nuestra democracia y la hace grande: tenemos la política que nos hemos buscado, tenemos los políticos que hemos alimentado.

1 comentario:

Mafias dijo...

Tremenda falta de ética periodística aparte, lo que me parece peor es que acierten. Que la sociedad esté tan apijotada que no se dé cuenta que es una profecía autocumplida, que el partido X ganará porque los medios están diciendo que ganará. He oído ya más de un "ná, yo el 20N yo no voto, total, va a ganar el PP igual..." y me caliento, pero mucho. El grueso de la masa no tiene ni idea de como funciona una democracia, ni del poder que tiene con su voto, ni interés en descubrirlo. Y luego recortamos en educación, con dos cojones...