Texto en español Escepticismo

Hay muchas personas de la televisión que me han despertado verdaderas náuseas. Entre las peores, se cuentan María Teresa Campos, Nieves Herrero, Andrés Montes (QEPD) e Iker Jiménez.

Conozco dos personas que me tienen preocupado. Son personas jóvenes e inteligentes. Tienen estudios universitarios terminados (de Humanidades en este caso), y de hecho iniciaron estudios de tercer ciclo. Se divierten con programas sobre cosas paranormales. Hasta aquí, vale. Pero el problema es que se lo creen todo.

Un día, salió el tema, y cuando me dijeron que escuchaban los programas de Iker Jiménez (por lo visto, tiene un programa en la radio) me eché las manos a la cabeza y dije: "¡No! ¡No! ¡NOOOOOO!" Se interesaron por mi opinión, les dije que no existía nada de aquello, y una de estas dos personas me espetó aquello de: "Ya estamos, ¡los de ciencias siempre estáis igual!" (Pero tristemente no es verdad; los de ciencias también tragan lo suyo).

Empezaron a mencionarme casos, desafiándome a que les diera una explicación. Me esforcé en explicarles que hay cosas sobre las que no hay datos, pero que de todos modos siempre hay explicaciones más plausibles que lo sobrenatural. Que un misterio no es más que falta de información.

Entre los casos que consideraban relevantes, me mencionaron unas niñas que decían haber visto a la Virgen, un niño desaparecido en Somosierra, el cuerpo incorrupto del Padre Pío, o unas supuestas grabaciones de voces en el Pozo Superprofundo de Kola que, cómo no, quizás provenían de condenados al Infierno.

No es exactamente que se lo crean todo; les pregunté si creían que bajo la corteza terrestre estaba el infierno, y contestaron que por supuesto que no. Pero simplemente les maravillan estas cosas, como si no tuvieran explicación.

Es bien fácil desmontar casi todo esto. Sería largo de explicar, pero no son más que burdas supercherías. Lo del Padre Pío (que me cabreó sobremanera) o el pozo de Kola son lisa y llanamente mentiras, lo de las niñas que ven a la Virgen... sin comentarios, y en el caso del niño de Somosierra no es más que una desaparición de un niño, como hay miles, por desgracia.

Pero lo que me tiene preocupado (en serio) es la indefensión intelectual que manifiestan estas personas. Llevan estudiando más de tres lustros, han alcanzado casi el nivel más alto de los estudios oficiales, y no tienen vacuna contra estas cosas. Se diría que no les han enseñado el sano escepticismo, el sentido común, el criterio; esas cosas en las que tanto habría que insistir en cualquier proceso educativo.

Mientras tanto, siguen planteándome casos, y yo sigo diciéndoles que es todo una patraña. Creo que lo que más les asombra es que yo no me asombre.

Al mismo tiempo, me duele desengañarles. Cada vez que me cuentan una historia fantástica y digo que es un engaño, ponen cara de desencanto. Es como pincharle el globo a un niño. Como cuando invitas a alguien a bailar, y no te sigue la corriente y te da calabazas.

Creo que estamos haciendo algo muy mal en la educación, si el resultado del ciclo superior (¡superior!) son adultos crédulos hasta el punto de creerse trolas que ni un analfabeto se creería.

Todo esto me da mucho, mucho que pensar.

10 comentarios:

boronat dijo...

Yo no sería tan pesimista, creo que sólo están tratando de entender el mundo. Los casos particulares que cuentan son irrelevantes, me fijaría más en el hecho de que tratan de encontrar una solución a lo inexplicable.

Para nosotros los de ciencias es más fácil, entendemos la ciencia y sabemos lo que es la navaja de Ockham.

¿Has leído el Péndulo de Foucault? Creo que da una explicación a lo que les pasa a tus amigos.

boronat dijo...

se me olvidó suscribirme a los comentarios :)

ayalgueru dijo...

Guti tienes que tomar exemplu de Ben Goldacre el enemigu britanicu de la pseudociencia !

http://www.rathergood.com/ben

Mafias dijo...

Discusión interesante. El problema yo creo que no es una falta de formación, sino una inclinación natural a creer en más de lo que ves. De hecho, ahora es Iker Jiménez, pero el resto de la historia ha sido la iglesia, y no creo que por mucho que se fomente el espíritu crítico y escéptico, siempre habrá gente así. De todas formas, la fe ciega en determinadas cosas puede ser beneficiosa en algunos casos, pero me niego a hablar más del tema sin dos cervezas encima :D

Unknown dijo...

La inclinación importara, pero la importancia de la información es bastante mayor.
Todavía el otro dia, hablando con gente, me parecía increíble que no conocieran cosas tan cotidianas (por favor, aunque sea de leer la prensa, que hasta las mencionan) como que es el "efecto placebo" y el método "doble ciego" (o triple) y que se utiliza para probar, por ejemplo, medicamentos.*

Y no es por ser clasista, pero lo oyes de los de humanidades y dices: "Humanidades..." pero los de ciencias, también están como zotes, aunque quizá no tanto.

*Y aunque tales cosas no se estudien en la carrera me parecen algo básico que creía que todo el mundo conocia.

Guti dijo...

Boronat, y Mafias: por supuesto, lo que ocurre es algo natural; yo creo que los humanos tenemos una evidente curiosidad, un impulso de explicar las cosas y averiguarlas (por eso estamos donde estamos), y de manera innata nos cuesta aceptar los "vacíos". Cuando hay un vacío que no podemos llenar, tendemos a llenarlo. Y eso explica perfectamente que como subproducto aparezcan la mitología, la religión, la pseudociencia... La ciencia se diferencia en que busca llenar el vacío, pero si lo hay, lo asume sin complejos.

Creo que en estas personas actúa otro ingrediente, el novelesco. El misterio y la truculencia nos resultan atractivos (por eso funcionan las pelis de miedo). No es divertido ver un programa de Iker Jiménez si desprecias las tonterías, porque sólo consta de tonterías; y te apetece disfrutar de esa ficción disfrazada de realidad.

El problema es que, como dice Raistlin, yo creo que todo el mundo (al menos todo el mundo con formación científica, y no digamos con estudios de tercer ciclo) tendría que estar curtido en aplicar la navaja de Ockham, y saber del efecto placebo, y tener las nociones de estadística que le permiten saber que no tiene nada de raro que un niño desaparezca. Pero claro, si fuera así probablemente no habría religión... y aún estamos discutiendo si debe ser asignatura obligatoria, o si debe haber crucifijos en las escuelas.

Pero lo dicho, me parece que algo falla. El sistema educativo tendría que producir, en primer lugar, personas bondadosas, y en segundo lugar, personas muy difíciles de engañar. Antes la gente aprendía a leer y a sumar para que no los engañasen... Y ahora, que hace más falta que nunca, no nos preocupa.

Ayalgueru: nun conocía a esti paisanu, y mira que me presta lleer coses d'eses (Dawkins, Shermer y compañía). Munches gracies por presentámelu. ¿Cuándo saldrá un paisanu asina na televisión pública española? ¿Por qué nun hay un programa "Menos milenios, caperucita" onde cada selmana contesten a la selmana anterior de "Cuarto milenio"?

Niña hechicera dijo...

A ver por partes....
Yo tampoco puedo ver a la Campos, a la Perrero...para qué explayarme...y a la Quintana,otra que tal baila.
Como no me gusta mucho la tele y como no me gustan la ciencia ficción tampoco sigo al sr.Jiménez,es más,puedo presumir de haberlo visto sólo por zapping,ocasionalemente,que ya es mucho ;)
Y para seguir...¿por qué presupones que tener tres ciclos de estudios superiores-o no-deberían abrir las mentes?? .Sabes el dicho aquel de "lo que no dá natura,tu-ru-ru-ra?" (adjuntese gesto de pitorreo con sonido imitación matasuegras al decir la estrofita final)...
Quisiera creer que todos estos programas de mierda,plus los realities y demás están manipulados por gente que precisamente puede controlar lo que vende y a quién lo vende...y de que el Jiménez crea o no crea,no lo sé,no lo conoczco,pero bueno,San Manuel Bueno Mártir tampoco creía en Dios y era cura.
:)

Guti dijo...

Sí, se me había olvidado la Quintana :-) También está en la lista.

Respecto a lo de natura, tienes mucha razón... Tener estudios superiores no significa más que lo que significa. Pero no sé, yo esperaba que esto del escepticismo fuera una cuestión "metodológica" que sí se puede enseñar y aprender...

Jiménez no cree ni papa de lo que dice, porque no es idiota. Es muchas cosas: mentiroso, tramposo, indigno, estafador, rastrero, demagogo y otros calificativos que no pongo por malsonantes y porque a su madre no la conozco ni la culpo. Pero idiota, no es. Sabe perfectamente las mentiras que cuenta, las disfraza, las adereza, y les da un tonillo lleno de pausas dramáticas. Creo que incluso esta parte escenográfica la hace de pena, no le veo ningún talento (excepto las tragaderas y la falta absoluta de ética y de principios) y no me explico su éxito, pero me pasaba lo mismo con Andrés Montes (QEPD).

darioa dijo...

Esto refleja un poco la sociedad en la que vivimos. Muchos periódicos y revistas publican puntualmente la sección de Astrología. A 500 millones de personas aprox. les va a pasar lo mismo un día determinado (habitualmente, tener problemas de estómago :-)). La gente lo lee, y lo que es peor, muchos se lo creen...

Anónimo dijo...

Mientras siga habiendo crédulos habrá cuentistas que se aprovechen hábilmente de éstos y les saquen la pasta.

Y si no que se lo digan a los de las pulseritas powerbalance :-D