Texto en español Smoke on the water

El otro día me encontré con este mensaje en mi correo:

Próximos conciertos de Marco Martínez Quartet. En esta ocasión su repertorio estará compuesto por temas de Peter Bernstein, Benny Golson, Martijn Van Iterson y Charlie Haden, junto a alguna composición propia.

  • Jueves 31 de julio 19,30h. Plaza San Miguel (Gijón) / Arte en la Calle.

  • Jueves 31 de julio 23,00h. Summun (c/ Carreño Miranda 8, Avilés)

  • Viernes 1 de agosto 24,00h.Café Restaurante Pizarra (Plaza de la Catedral 3, Oviedo)

  • Sábado 2 de agosto 24,00h. Swing (Corrada del Obispo, Oviedo)


*Todos los conciertos con entrada libre.

Músicos: Marco Martínez (guitarra) Satxa Soriazu (piano) Ander García (bajo eléctrico y contrabajo) Diego Hernando (batería)


Uno, de natural no fumador, va y dice: "¡Eureka! ¡Esta es la mía!" (Bueno, en realidad uno, de natural contemporáneo, no habla así, pero vamos, un decir.) "Concierto en la calle, oxígeno. Voy. Claro que voy." Además, me moría de ganas de ver el repertorio ese. Geográficamente, Gijón era la peor opción para mí, pero en fin... ¿qué son setenta kilómetros extra si puedo ver el concierto sin molestar a a ningún sensible fumador? Ya he hecho desplazamientos parecidos.

Así que nos armamos de valor, mi mujer hizo 65 kilómetros para venir a buscarme, yo otros tantos para ir al sitio, buscamos aparcamiento por Gijón, luego caminamos un cuarto de hora, dimos con el sitio, encontramos el escenario... y había un papelito.

Suspendido por lluvia.

No llovía, pero había llovido, y es cierto que había algún charco en el suelo del escenario. Y no es el primer músico que se queda tieso en el escenario. Así que con agua por ahí no dejan tocar.

Total: media vuelta. Tenía la opción de ir a Avilés al concierto de noche, pero es que últimamente estoy jodido del asma. Y Dios me libre de importunar con mis pitidos bronquiales o el ruido de mi spray de salbutamol a un fumador, de esos que ejercen la poca libertad que les queda, pobres, que viven en un gueto, que no los dejan estar en ningún sitio, que apenas tienen margen de maniobra ni posibilidad de elegir... Qué mundo más déspota y hostil les ha tocado, hombre. Suerte que esta vez ellos podían elegir entre 4 conciertos y yo 1, que si la cosa llega a ser 3-2 ya sería intolerable esta persecución.

Yo tengo la suerte de no fumar, de ser uno de esos aristócratas injustamente privilegiados por la ley, que mantiene intacta su capacidad de elegir. Puedo volverme a mi casa sin que nadie me lo impida. No sé de qué me quejo.

Por cierto, si sois fumadores, o... "tolerantes", en serio, no os perdáis ese concierto. Tiene que ser la hostia.

Y luego, sed buenos, contádmelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo un regalillo para vos ^^! A ver cuando quedamos para lo de las fotos y darte eso

Marta dijo...

Esto me ha traído a la memoria (aunque no tiene mucho que ver, la verdad) lo que me contó mi compañera de piso japonesa sobre un tipo que por lo visto es muy conocido y que toca jazz y cuyo nombre no recuerdo. Un día fue a dar un concierto en Japón y, por lo visto, en este país cuando el viento sopla del noroeste viene cargado de arena procedente de China, y cuantos más árboles talan en este país más se agrava el problema en Japón. El caso es que el día del concierto había viento y todo el mundo tosía en el concierto debido a la arena. Así que el tipo, más chulo que un ocho, interrumpió el concierto diciendo que así no había quien tocara.

Desde entonces, cada vez que da un concierto (al menos en Japón) no permite que la gente tosa ni haga ruidos raros.

La monda.