La propiedad intelectual
Cada poco veo usar (la última vez a Javier Marías en un artículo de hace tiempo) la metáfora de la propiedad material respecto a la propiedad intelectual. Marías, por ejemplo, parece estar de acuerdo con los famosos 70 años post-mortem de propiedad intelectual sobre cualquier creación, ya que lo describe de hecho como un agravio comparativo hacia los creadores; en su símil manifiesta que un panadero le deja sus posesiones y su negocio a sus hijos, no por cuarenta ni por setenta años, sino (teóricamente) para siempre.
Aplicar metáforas materiales a objetos inmateriales es aceptable (y a veces aconsejable), pero un poco arriesgado. Las metáforas son válidas sólo en parte, porque si no, serían sinónimos y no metáforas.
Y estoy un poco cansado de esa metáfora, utilizada de forma bastante descuidada. Así que voy a darle la vuelta.
Marías, y otros, asemejan su "creación" a un objeto físico; una casa, por ejemplo. Y claro, uno no puede llegar y quitarle a Marías su casa o su caja de puros.
Pues yo digo que la cultura es una casa propiedad de todos, un lugar de encuentro, un piso de okupas autogestionado en el que nadie está obligado a entrar. Marías puede escribir y, si quiere que nadie le quite lo escrito, guardárselo en su cajón. Tiene derecho. Pero si pone su novela en mi casa... lo que encuentro en mi casa es mío. Además, que no se preocupe; tengo buen cuidado de dejarlo donde estaba, para no hurtárselo a mis compañeros de piso; que yo lea la novela que Marías ha dejado en mi aparador no impide a los demás leerla también. Así que no hago nada malo.
Por otro lado, al encontrarme ese objeto, esa novela, empiezo a preguntarme alguna que otra cosa. ¿"Creación", lo llama Marías? Pero ¿lo ha creado él? ¿Acaso crea algo? ¿No es más bien una ensalada que ha preparado tomando ingredientes de... sí, de la cultura, es decir, de mi aparador? ¿Acaso ha pedido permiso a todos los supuestos usufructuarios, por esos setenta años, de las ideas que generan? Puede que haya pagado por los libros que ha leído, pero ¿es que no ha recibido ninguna idea gratis? ¿Es que no ha observado la realidad que le rodea, no ha tomado nota de lo que pasa ante él en un bar, de las imágenes que otros pusieron ante sus ojos para su disfrute, pero no para que las refundiera en su novela? ¿Seguro que ha hecho todas las cuentas con la Cultura?
Así que quien publica algo que se atenga a las consecuencias: lo ha liberado a la Cultura. Deja de ser su propiedad privada. Y que tenga cuidado de que no le reclamemos por las fuentes de inspiración que, sin duda, ha utilizado.
¿Malas metáforas, las mías? Bueno, de hecho estoy haciendo un poco de abogado del diablo. Pero mis metáforas no me parecen peores que la suya.
3 comentarios:
Hay un dicho que dice que "no hay nada nuevo bajo el sol" o también vale este otro "está todo inventao",
A ese respecto lo de la propiedad intelectual tendría poco que hacer,aunque ,supongo,que aquel que vive (y come) de sus "creaciones" necesita agarrarse a algo para proteger lo que considera suyo,sobre lo que considera que tiene más derecho a sacar el hipotético "partido".
Lo de patalear más de la cuenta o empeñarse en "mío,mío,mío",estoy de acuerdo contigo,siempre es demostrable....y lo de que la Cultura es patrimonio de todos,también.
Voy a registrar mi versión del Sophisticated lady con vistas a la montaña y final de la Holiday,por cierto.......;)
Claro, no creo que la solución sea un extremo como "nadie tiene derecho alguno sobre una canción que ha compuesto". Pero cuando uno plantea de manera maximalista la propiedad intelectual por comparación con la propiedad material me rebelo. Porque en eso nos jugamos algo mucho más importante que la manutención de los autores, y es el secuestro de las ideas.
La Holiday estaba muerta un par de décadas antes de que naciéramos nosotros. Pero sus creaciones no van a estar en el dominio público hasta... 2029. ¿Tiene eso alguna lógica? Cuidao, que la cosa no para ahí; sus "creaciones" no eran de ella sola, así que vete a saber qué pasa con las grabaciones, qué músicos han muerto hace 70 años o no... Si tomamos "God Bless the Child", una de sus pocas composiciones, la escribió con Arthur Herzog Jr. Este palmó en ¡1983! ¡Ese tema no va a ser de uso libre hasta 2053!
Tu estupenda versión lo que hay que hacer es grabarla :-) pero vete a saber cuántas leyes violarás si se la enseñas a los amigos :-( No, no veo yo que la cultura evolucione más y mejor con estas normas abstrusas. Sophisticated Lady creo que no estará en el dominio público hasta 2063 (por lo menos la letra...) No sé cómo deberían ser las cosas, pero así, desde luego, no.
Creo, compa Guti, que Rose apunta bien y certeramente a los fundamentos de Marías, que no son otros que los autojustificativos, los del interés propio. Algo legítimo, lógico y comprensible, cómo no; todos, en alguna medida, y con más o menos explicitud, lo hacemos en nuestra vida cotidiana, y no debería ser ello motivo de escándalo. Pero que termina dando lugar a ciertas incoherencias "posicionales", llegado el momento. Yo entiendo que los creadores (que yo creo que sí crean, vaya que sí, y bien que los disfruto...) pretendan vivir de sus creaciones; pero creo que hay que atemperar los regímenes de esos derechos, adaptarlos a los tiempos, y limitar las extensiones. Hay gente, por ejemplo, con trabajos tremendamente creativos, cuya "obra" no tiene régimen de protección ni derecho alguno: un cirujano ante una operación quirúrgica compleja, ¿no tiene que volcar las toneladas de creatividad que no ha de emplear el compositor de una balada chunda-chunda...? En fin, un tema para perderse en mil y un recovecos, a cual más complejo. Bien está que lo pongas sobre el tapete.
Un abrazo y buen día.
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