La SGAE y el niño enfermo
Hay cosas que no acabo de entender. Y resulta que hoy voy a ir contracorriente, en relación con el linchamiento este al que se ha sometido a la SGAE por cobrar en un concierto benéfico.
Primero: el que escribe sobre este suceso en El Mundo, un tal Pedro Simón, creo que ha hecho un pésimo trabajo. Por varios motivos.
Remontándonos en el tiempo, primero escribió sobre el caso del niño y su enfermedad. Pero lo que hizo no fue informar, sino cultivar su aparente afición literaria, lacrimógena, haciendo un ejercicio de estilo más que discutible. Los párrafos segundo y tercero de ese artículo son un monumento a la desinformación, el despiste y el jeroglífico. Vamos, todo aquello que maldita la falta que hace en un periódico. En los siguientes artículos relacionados, el de acusación contra la SGAE y y el otro en el que cuenta cómo la SGAE va de buena y dona lo recaudado a la causa del niño, sigue por el mismo camino: lucirse, llamar la atención, hacerse notar más que la información, que el lector tiene que entresacar y componer a partir de retazos de su ingeniosa sintaxis.
Sólo por eso ya no me convence mucho Simón. Pero es aún peor: es absolutamente tendencioso y parcial. Empieza: "La familia de Juanma pelea por salvar su vida y la SGAE llega poniendo el cazo con su música fúnebre de caja registradora", y seguramente ni se sonroja ante esa falta de profesionalidad. Así, el resto; como se gustó tanto en el segundo, en el tercer artículo empieza con "Llegaron haciendo sonar sus huchas negras allí donde no había lucro y ahora se apresuran a meter un cuchillo por la ranura para salvar el saqueo".
Ojo, Simón: que todo lo que te pueda conmover el niño, y todo lo que nos conmueva a los demás, y todos nuestros buenos deseos, no cambian un ápice tu chapuza. No nos confundamos. Me parece estupendo que informes sobre la enfermedad, sobre este caso en particular... que ayudes, desde una perspectiva periodística, a quien lo necesita; que esta gente necesita y merece ayuda y atención es un hecho objetivo. Pero tus epítetos son innecesarios, contraproducentes, y en cualquier caso son todo menos periodísticos. Y no te equivoques: los aplausos de la gente son contra la SGAE, no a ti por tu buen trabajo. No eres el protagonista, aunque lo hayas intentado (con lo malo que es eso para un periodista).
Aparte de las formas antiperiodísticas de Pedro Simón, voy al fondo de la cuestión. ¿La noticia es que la SGAE también cobra por los conciertos benéficos? Eso no es nuevo, es archisabido. Este concierto benéfico no es distinto de otros anteriores, y la SGAE ha hecho su trabajo de manera diligente. El debate sobre si la SGAE debe existir o no, o sobre si la ley debería prohibir recaudar derechos de autor en actos benéficos, me parece interesante, pero esta indignación nueva no la entiendo.
¿Sabemos si cobró algo la imprenta que imprimió las entradas o los carteles para el concierto? ¿Cobraron algo los músicos que participaron (si los hubo, no sé), o los técnicos de sonido y de iluminación? ¿Se cobró algo por el alquiler del teatro? ¿Cobró el personal de limpieza? ¿Acaso no cobran esos investigadores maravillosos que trabajan sobre la enfermedad de Alexander, que es para lo que finalmente se recauda el dinero (o quizás se lo van a gastar todo en reactivos, no sé)? ¿Se ha linchado a alguien más por ejercer su derecho legal a cobrar por su trabajo o su producto? ¿Por qué es evidente que la SGAE debería renunciar al cobro? ¿Cuál es la causa del escándalo?
Insisto: ni esto significa que me parezca bien el funcionamiento de los derechos de autor en España, ni que no me parezca importante la investigación sobre la enfermedad de Alexander. Significa que he visto unas noticias tendenciosas, demagógicas (porque no apelan a nuestra razón, sino a nuestros instintos y nuestros sentimientos) y facilonas.
Y muy mal contadas, además.
Precisamente hoy he leído algo que viene al pelo (las negritas son mías):
Cuando se está en precario conviene establecer prioridades. Y, francamente, las opiniones no son ahora mismo un bien escaso. Lo que está en peligro, lo que debemos defender, es la información. Es decir, los cimientos de la prensa. Los periódicos nacieron para difundir noticias portuarias, comerciales y sociales, no para la batalla ideológica: eso llegó después.
Enric González. Más razón que un santo, oiga. Nos podrían haber contado lo ocurrido, y darnos las cifras, sin más; las conclusiones podríamos sacarlas nosotros, sin Macarthys ni arengas.
5 comentarios:
¿Sabemos si cobró algo la imprenta que imprimió las entradas o los carteles para el concierto? [...] ¿Cobró el personal de limpieza?Pues te voy a decir por qué moralmente (la ley es otra cosa, y hay que admitir que van por el libro y esa es otra discusión) no me parece que tengas razón:
-La imprenta, imprimió las entradas y los carteles.
-Los músicos tocaron.
-Los técnicos de sonido estuvieron allí currelando.
-El personal de limpieza recogió todo después del concierto.
-La SGAE... eh... bueno... hizo... eh... Bueno, no lo sé, pero seguro que era mogollón de importante. Para llevarse casi un millón de pesetas, tenía que serlo, ¿o no?
Al margen de la obvia diferencia entre los que trabajaron y los que no, permíteme que dude de cuantos de esos que mencionas cobraron...
No te falta razón en algunas cosas. Pero creo que sigue habiendo algunos puntos que hemos aceptado llevados por la ira ciega y la caza de brujas. (Sigo haciendo de abogado del diablo, que conste.)
El que se lleva ese dinero (teóricamente, y bla bla bla) no es exactamente la SGAE, sino el tipo que escribió las canciones que cantó Bisbal; la SGAE trabaja para él. Es cierto que no trabajó ese día; trabajó por adelantado, digamos.
¿Es lícito cobrar por el trabajo intelectual? ¿Es lícito cobrar por las licencias de software? ¿Es lícito cobrar "rentas" por cualquier trabajo que has hecho por adelantado? ¿De dónde sale ese 10%, y en cualquier caso es o no la cifra adecuada?
Lo que me molesta de este caso no es una u otra respuesta a esas preguntas, sino que la gente se eche las manos a la cabeza y diga sin más: "¡¡¡Hala, los de la SGAE no han regalado sus facturas, qué brutos!!!", como si fuera su obligación pero la de nadie más.
Yo entendí que organizar un concierto benéfico conlleva unos gastos, y unos beneficios que quedan después; no sé cuánto altruismo hay en quienes curran en el evento, pero a nadie le dicen que pasa "el cazo con su música fúnebre de caja registradora". Bisbal no cobró (aunque en imagen sí que ha ganado algo, por cantar unas canciones, cosa que muchos hacemos por gusto en la ducha).
En un sentido estricto, la SGAE no hizo nada ilegal. Éticamente sería otra cuestión, y desde luego visto en los periódicos queda muy mal. Pero es que el problema es que son los autores los que dan el permiso, no la SGAE.
El procedimiento en estos casos sería gestionarlo por adelantado para que los autores de las canciones que se iban a interpretar dieran su permiso para que no se cobrase.
Otra cuestión es que aún así según tengo entendido sigue habiendo problemas con la SGAE, que se empeñan en recaudar en cualquier caso. Me suena esto de que aunque interpretes canciones compuestas por tí, tienes que pagar autores a la SGAE, aunque luego te lo devuelvan (quitando porcentajes de gestión, claro). No tengo claro si aún haciendo un concierto gratis te puedes librar...
¿Iban a tener estos el corazón de devolverle a la familia el diner?
ESO ES MUCHO PEDIR.
http://www.abc.es/20090507/cultura-cultura/llamado-devuelto-nada-20090507.html
Además, dejo aquí un enlace a un artículo que he escrito sobre la SGAE que puede interesar:
http://capayespadablog.blogspot.com/2009/05/ultima-hora-victoria-parcial-en-el.html
Un saludo
Ups, perdón, el artículo era este:
http://capayespadablog.blogspot.com/2009/05/las-humildes-moradas-de-una-sociedad.html
Publicar un comentario