Sobre el paro
Algunas reflexiones respecto al paro.
La primera cuestión que debe quedar clara, querido amigo parado, es la siguiente: pese a todo lo que diga, para el gobierno NO es prioritario eliminar el paro. Así, como suena.
Si para el gobierno fuese prioritario eliminar el paro, y cumplir el artículo 35 de la Constitución Española (esa que recientemente se ha reformado para incluir un artículo estúpido que, ten por seguro, sí que se va a cumplir) adoptaría medidas que atacasen el paro, aunque hubiese que pagar cierto precio por ello. Eso significa "prioritario".
Por ejemplo, caerían en la cuenta de que, simplemente, NO HAY trabajo para todos en España. Afirmo esto porque NUNCA LO HA HABIDO. No tengo motivos para pensar que va a haberlo con el sistema vigente.
Y si hay un recurso escaso, pero debe llegar a todos, ¿qué se hace? Pues repartirlo.
Resulta que está de moda decirnos (y para más inri en vez de contestar a ese insulto con bofetones estamos receptivos a ello) que hay que trabajar más por menos dinero. ¿Pero es que nadie se da cuenta de que eso aumenta automáticamente el paro?
También se nos enseña que debemos trabajar hasta los 70, si se tercia. Y a la vez dar trabajo a los jóvenes. Ya. Y cuadrar el círculo.
Si acabar con el paro fuese realmente prioritario, no se instauraría una jornada laboral de 37,5 horas a quien la tiene de 35, ni se nos diría que hay que trabajar más por menos dinero. Se instauraría por ley una jornada de 30 horas semanales, y el paro se acabaría instantáneamente. Trabajaríamos menos (por menos dinero, se entiende), pero trabajaríamos todos. Quizás un sueldo no daría para mantener a una familia (¡ahora tampoco!), pero una familia en la que trabajasen dos personas podría sobrevivir, y no de la caridad, sino de su trabajo.
Si acabar con el paro fuese realmente prioritario, no se toleraría que los empresarios evitasen la creación de 70.000 puestos de trabajo de manera fraudulenta (y creo que esa es una estimación que se queda muy, muy corta).
Si el paro fuese una prioridad, se vigilaría con lupa el cumplimiento estricto de los horarios y las reglas del juego. Igual que nos ponemos estrictos con la prohibición de subvenciones encubiertas o medidas proteccionistas o el incumplimiento de cuotas lácteas, en aras del sacrosanto libre mercado, habría que ponerse serios con el único producto realmente sensible: las horas de trabajo de las personas.
Por cierto, otra cosa que conviene aclarar: LAS EMPRESAS NO TIENEN NINGÚN INTERÉS EN COMBATIR EL PARO. Las empresas están exactamente para LO CONTRARIO. Es una ecuación muy sencilla. Si yo compro un producto, prefiero que sea abundante, variado, de muy buena calidad, extraordinariamente barato y que me resulte asequible, que esté ahí expuesto esperándome. Esa es una descripción bastante ajustada de la cola del paro; para un empresario, se parece mucho a un buffet libre.
4 comentarios:
Marcos
Supongo que esta reflexión es únicamente para el gobierno actual, ¿verdad?.
Marcos
Qué va, en este caso me refería al gobierno como institución. Es aplicable a todos los pasados, y al presente, hasta la fecha.
Por otro lado, no soy un iluso, y me temo que un gobierno realmente dispuesto a todo para terminar con el paro no cumpliría ni los cien días. Pero sea como fuere el caso es que algunos artículos de la Constitución siempre han sido papel mojado, y otros los están humedeciendo ahora.
Ni el gobierno, ni las empresas... ni tampoco muchos sindicatos tienen interés en repartir el trabajo y la riqueza como herramienta simple -pero eficaz- para acabar con el paro. Y si no a ver cuántos sindicatos protestan por las horas extras que se siguen realizando en muchas de las grandes empresas con la excusa de los picos de demanda.
Se puede trabajar 32 horas a la semana y vivir dignamente. Sin lujos, pero dignamente. ¿Alguien se apunta?
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