Cuidamos tu salud
Te dijimos que lo hacíamos. Luego que no, de eso nada. Luego que igual sí. Y al final lo hicimos. No sin tantear, porque no lo teníamos del todo claro. Alguno de nosotros dijo que la verdad, no creemos en esto, pero en fin.
Hay que entender que nos faltan pelas. Aunque tampoco se entiende del todo, porque resulta que a veces decimos que no son medidas recaudatorias, son disuasorias.
Así que en realidad no se trata de que ayudéis con el gasto, se trata de disuadiros de que consumáis medicamentos, que es muy malo y tenéis un vicio... Lo que más nos preocupa son los viejos, que se ponen malos más a menudo y toman más pastillas. Que se pasan todo el puto día tomando cafés, pero luego les cuesta pagar las medicinas. Y es que esta gente, como está sola y le gusta hablar, va al médico por gusto, y eso se tiene que acabar, que es un cachondeo. ¡Disuadir, disuadir! ¡Hay que disuadir!
También se tiene que acabar el turismo sanitario, grave problema, porque hay un montón de gente viene a España a operarse. Vienen de turistas, y en plan relámpago se operan y se vuelven a su país.
¿Os acordáis de toda aquella pantomima que montamos, con la Schlichting y el Losantos y el Miguel Ángel Rodríguez para defenestrar a un médico de Leganés? En realidad no nos creíamos aquella sarta de tonterías (la parroquia es que nos lo aplaude todo), pero algo teníamos que hacer para que no gastarais tanto sedante. Que los medicamentos son muy caros, que es que no os entra en la cabeza. Si vais a morir, morid, pero sin morfina, coñe.
Como lo de la reforma laboral; también estamos cuidando tu salud. Queremos que estés sano, que no te pongas enfermo. Si te pones enfermo, a la puta calle. ¿No crees que va a funcionar?
Quizá te preguntes cómo coño hacen los extranjeros esos viajes relámpago, porque para operarse -cualquiera, extranjero o no- hay que esperar pila de meses.
Quizá te preguntes cómo se hace para abusar mucho, mucho de los medicamentos, ya que siempre los receta un médico que decide que eso es necesario.
Quizá te preguntes cómo se va a disuadir a un paciente de tomar un medicamento que le receta el médico. "No, doctor, no me recete, que yo eso no me lo tomo". Y si de verdad se receta de más, quizá te preguntes si lo lógico no será afrontar la cuestión con los médicos, desde esos ordenadores que usan; gestionar, vamos.
Bueno, no sé. Pregúntale a Ana Mato. A mí lo único que me preocupa es tu salud.
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