Por cierto...
...ya me callo, pero es que se me olvidaba:
Sería bonito creer que esta acción tan rápida y tan decidida de nuestros periodistas, primero, y nuestros prohombres, después, tiene por objeto evitar el sufrimiento de una serie de habitantes de África. Pero hay tantos, tan abundantes y tan vergonzosos contraejemplos, incluso en este mismo instante, que no me creo ni media sílaba de esa historia.
Y aunque me la creyera, detesto las guerras.
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