Las cartas del Marqués de Olivara
He estado leyendo las cartas que se han publicado, y que Ruiz Mateos (y alguna su mujer) envió a altos cargos del Banco de Santander. Y me he quedado verdaderamente perplejo.
Por una parte, aunque esto es lo menos sorprendente, porque parecen escritas por un alumno de primaria con deficiente comprensión lectora. Casi todos los párrafos están trufados de cosas como "y de la enorme responsabilidad sobre la que ti pesa". La dirección de un emporio de esta envergadura, ¿no tiene cuatro duros para pagar un secretariado decente, capaz de corregir los escritos? Cualquier empresa se gasta dinerales en protocolo o en mercadotecnia; ¿no son capaces siquiera de plantearse un mínimo de rigor en sus comunicaciones?
Bueno, pensándolo un poco, yo mismo me contesto: si no lo hacen ni siquiera los periódicos o las editoriales, evidentemente la respuesta es "no, ¿pa qué?".
Pero sobre todo me deja perplejo el grado de pelotilleo, de adulación babosa, de jaboneo descarado y ramplón, que da verdadera dentera y vergüenza ajena. ¿De verdad es esto lo que se dicen los hombres de negocios? ¿De verdad un empresario con décadas de experiencia cree que algo como esto le va a funcionar con un banco?
Claro que la adulación puede funcionar. Pero tratándose de gente cuyo oficio es la estrategia, la conspiración, el póker al más alto nivel... no sé, uno se imagina algo bastante más sutil, bastante más inteligente. Cuando dos de estas personas hablan, uno de ellos sabe del otro, y el otro sabe que el primero sabe, y este sabe que el otro sabe que él sabe. No me imagino que no sea así, y que puedas pedirle a un tipo como Botín seis millones de euros diciéndole "hoy tienes el guapo subido".
Si el que escribe estas cartas sabe que esa adulación no pinta nada y de nada le sirve, y el que las recibe las manda directamente a la papelera (porque estaría bueno que un director de gestión de riesgos del Banco de Santander se viera influido en lo más mínimo por tales sandeces), ¿qué sentido tienen?
Ya sé que Ruiz Mateos es alguien probablemente (muy) tocado del ala, pero incluso siendo así, no entiendo nada.
2 comentarios:
Sinceramente, no creo que esté tan tocado del ala cuando ha pretendido una argucia legal cuyo objetivo no es otro que alejar a sus vástagos (varones, que las hijas aquí no pintan nada, como buenos miembros de esa secta integrista llamada opus dei) de la cárcel. Ruiz-Mateos, Marqués de Olivara, tiene cumplidos ya los ochenta abriles, garantía absoluta de impunidad en la práctica. Si alguien pretende una retribución social, debería pensar en otras alternativas menos confesables...
Ojo, cuando digo "tocado del ala" no niego que tenga determinadas habilidades, ¡y en grado sumo, además! Pero el estilo de esas cartas...
Lo de vestirse de supermán y llamar la atención, o lo de pegar a Boyer, obedecía a un fin. Era histriónico, pero yo lo entendí. Que saque estas cartas a la luz lo puedo entender también. El estilo de las cartas... es que no me encaja. No entiendo qué intención podía tener. Ahí es donde sólo puedo explicarlo diciendo que las escribió alguien con un temperamento bien rarito.
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